Formando emprendedores juveniles con una educación moderna

El especialista Hugo Kantis visitó la provincia y presentó un importante trabajo donde se recalca la necesidad de instruir nuevas generaciones.

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“En los últimos años hay un notorio avance en las condiciones para emprender en diversos países de América Latina. El crecimiento de la clase media, cuna tradicional de los emprendedores dinámicos, la generalización de los programas de fomento de los gobiernos, del tercer sector e incluso de las empresas, son todas buenas noticias. Sin embargo, la región presenta debilidades que son fruto de fallas de mercado en algunos casos, de ausencias de mercados en otros y también de fallas sistémicas”, explica en su nuevo trabajo Hugo Kantis, director del Programa de Desarrollo Emprendedor (Prodem).

El informe señala que a partir del Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico (ICSEd-Prodem) se observa que los países de la región se ubican, por tres años consecutivos, de la mitad del ranking general hacia abajo. Esto es, lejos de las mejores condiciones internacionales evidenciadas por países desarrollados como Singapur, Estados Unidos y Finlandia.

Debilidades visibles

Algunas de las debilidades de la región, según el trabajo, se relacionan con los “déficits de capital humano emprendedor y con algunas dimensiones que son clave en la generación de una masa crítica de emprendedores con vocaciones, capacidades y aspiraciones de crecer”.

Y destacó Kantis: “El sistema educativo, en particular, más allá de los avances alcanzados en materia de acceso, no contribuye al emprendimiento. Si bien ha crecido la cantidad de instituciones educativas que han incluido algún curso sobre emprendimiento, son pocas las que lo hacen con las metodologías innovadoras que hacen falta y con los planteles docentes preparados. Además, estos avances se concentran en la enseñanza superior, siendo los niveles medio e inicial un campo mucho menos trabajado. Esta situación es crucial desde la perspectiva de los jóvenes y del acceso a la igualdad de oportunidades para emprender”.

El emprendimiento juvenil

Los jóvenes constituyen un segmento poblacional de importancia estratégica para el desarrollo del emprendimiento, dado que contar con capital humano emprendedor requiere forjar vocaciones y competencias en la gente desde edades tempranas. “Existe un sólido consenso internacional entre educadores y expertos en emprendimiento en torno a la conveniencia de fomentar las capacidades emprendedoras desde la infancia”, asegura el especialista.

Por otra parte, el trabajo destaca que el desarrollo de capacidades emprendedoras en los jóvenes es relevante debido a que, en América Latina, el desempleo juvenil es más elevado que en el promedio, lo que refleja las dificultades que enfrentan importantes segmentos de jóvenes para insertarse en el mercado de trabajo.

“Esta situación podría verse aliviada en el largo plazo, al menos parcialmente, a través de una estrategia que ponga eje en el sistema educativo. Una buena educación que incluya el desarrollo temprano de vocaciones y capacidades emprendedoras en los jóvenes podría colocarlos, en el futuro, en mejores condiciones para crear su propio emprendimiento, ya sea cuando el deseo o bien la necesidad de emprender golpeen a sus puertas. Una estrategia proactiva de desarrollo del emprendimiento aumentaría la empleabilidad juvenil de largo plazo actuando de manera preventiva, contribuyendo por esa vía al logro de una mayor equidad social”, sostiene Kantis.

Además del ámbito educativo, tampoco la familia o las empresas, en su enorme mayoría, forjan estas vocaciones y capacidades en forma adecuada, describe el informe.

Por último, otro conjunto de argumentos en favor de la promoción del emprendimiento juvenil se relaciona con las desventajas ocasionadas por la falta de trayectoria y reputación en los jóvenes que desean emprender. “Los jóvenes enfrentan mayores limitaciones de acceso en los mercados de factores (no sólo de financiamiento) debido a la falta de credibilidad, experiencia, trayectoria crediticia y a la menor disponibilidad de colaterales en comparación con aquellas personas que, a igual condición social, tienen mayor edad”, concluye.

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