Redujeron aranceles de importación de bienes de capital, pero no incluye al agro

Los elevados costos de ingreso de tecnologías de cosecha de granos son uno de los factores que influyen en el creciente déficit de competitividad.

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El gobierno nacional redujo los aranceles de importación de algunos bienes de capital con el propósito de mejorar la competitividad de ciertas industrias al abaratar el costo de los mismos. Pero el agro quedó afuera del beneficio.

El decreto 622/17, publicado hoy en el Boletín Oficial, dispuso la reducción del 14% al 2% del Derecho de Importación Extrazona para 292 posiciones arancelarias correspondientes a equipos y piezas empleados por diferentes industrias.

Entre los bienes incluidos en la medida figuran, por ejemplo, trituradoras y mezcladoras de abonos avícolas con neumáticos u orugas; incubadoras avícolas; balanzas dosificadoras de tolva con descarga mediante transportador de acción continua de tornillo y tablero de control y mando; dosificadoras automáticas para la medición o control de caudal de cereales o harinas; molinos de cilindros, de simple o doble pasada, para granos; máquina para cortar árboles, quitar ramas y seccionar troncos aptas para ser montada en unidades tractoras; apiladores de árboles enteros y tornos para madera, entre muchos otros.

Si bien también se incluyó en la medida a las cosechadoras de caña de azúcar, quedaron afuera del beneficio las cosechadoras de granos finos, gruesos, de forraje y de maní. Tampoco se incluyó lossistemas de orugas para cosechadoras  (indispensables para levantar la cosecha en zonas anegadas).

Las cosechadoras y los sistemas de orugas para cosechadoras, además de contar con un Derecho de Importación del 14%, se encuentran comprendidos en el régimen de Licencias No Automáticas (LNA), a partir del cual es necesario obtener una autorización especial de la Secretaría de Comercio para poder habilitar la importación.

Los elevados costos de ingreso de tecnologías de cosecha de granos son uno de los factores que influyen en el creciente déficit de competitividad que viene registrando en los últimos años el agro argentino.

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