Tucumán sigue apostando a ser el polo turístico del NOA. Por esta razón, la apuesta del sector viene siendo ardua desde hace algún tiempo partiendo desde pequeñas apuestas, hasta llegar el gran proyecto para convertir a El Cadillal en un hito de la gestión turística en la provincia.
Pero la apuesta turística no se detiene solo allí y no descansa ni siquiera un día. Ahora, los impulsores de un software para promover el registro de las civilizaciones llegaron desde Chile para trabajar en conjunto con el Ente Cultural provincial y generar políticas de gestión.
Se trata de Bernardita Ladrón de Guevara, Darío Toro, del Centro Nacional de Conservación y Restauración de Chile, y Pablo Morales, de Infraestructura de Datos Geoespaciales de Chile (IDE), quienes se encuentran en la provincia con el objetivo de colaborar en la implementación de un software que desarrollaron hace ya un par de años, y que servirá para promover el registro de sitios arqueológicos de Tucumán de manera estandarizada y automatizada. De esta manera, la provincia contará con un mayor control tanto para su representación como para su oferta turística.
“La idea es conocer la amplitud del sitio arqueológico de toda la provincia, para que el Ente Cultural genere políticas de gestión con un conocimiento general de los mismos: mejorar la gestión a partir de un registro más completo, afirma Osvaldo Díaz de la Dirección de Patrimonio Cultural.
“En principio, hay que adaptar el sistema de registro a las necesidades y características propias que tiene la arqueología de Tucumán, y en eso justamente es que venimos trabajando desde el año pasado, para así poder desarrollar el nuestro propio y comenzar a subir la información”, agregó, a la vez que destacó también que las comunidades indígenas serán uno de los actores principales a la hora de llevar a cabo dicho registro y aportar información.
“En el mapa uno puede poner la localización exacta de los sitios y visualizar además, a partir de la información cargada, aspectos que tienen que ver con las amenazas, los riesgos, las vulnerabilidades. Es más fácil ver de qué manera los sitios están interactuando con esos factores”, agrega Guevara. “Es muy importante que el registro que realice el Ente Cultural tenga esa base cartográfica y territorial y esa mirada que es más integradora”, concluyó.