Granja Avilú es un emprendimiento tucumano que inició en plena pandemia, en marzo de 2021, y está dedicado a la producción y comercialización de huevos de gallinas. La granja se encuentra ubicada en el departamento de Trancas, en la localidad de Benjamín Paz, aproximadamente a 60 km desde San Miguel de Tucumán.
Lucía Rivadeneira (geóloga), y Lucas Palacio, (contador) son los dueños del emprendimiento. La tarea de campo, la compra del alimento y la logística es compartida entre ambos. Por su parte, Lucas también se encarga de la parte económica de la Granja Avilú y Lucía de las redes sociales y de la toma de pedidos.
“Es una granja de gallinas ponedoras que se encuentran en libertad, este proyecto permite brindar a la sociedad un producto de mayor valor nutricional y sobre todo lo más natural posible”, destacó Lucía al inicio de la entrevista con IN Tucumán.
-¿Cómo inició este proyecto?
-Lucas comenzó a investigar y a estudiar la posibilidad de hacer una granja de huevos de gallinas libres. Como también somos grandes consumidores de huevo y nos gusta mucho el campo, siempre quisimos emprender mirando hacia este sector. Luego de investigar mucho llegamos a este tipo de producción alternativa que nos terminó gustando.
En marzo de 2021 comenzamos a construir el “Gallimovil” y en mayo nos llegaron las primeras 500 gallinas con 16 semanas de vida. Casi un año después de iniciar el proyecto contamos con 1250 gallinas, que viven en libertad. Nuestra idea fue siempre unificar el bienestar animal y el cuidado del medio ambiente.
El “Gallimovil”, un aliado de la Granja Avilú
“El proyecto consiste en que las gallinas están durante el día en libertad. Este tipo de sistema se llama ‘alternativo’, ya que nos alejamos a lo que es la típica granja de gallinas ponedoras con galpones, jaulas, y uso de luz artificial. En este caso, los animales se encuentran en parcelas móviles que están cultivadas con alfa, en algunos sectores con trigo y con pasto natural. Dentro de estas parcelas hay estructuras que las llamamos ‘Gallimovil’, que es un tráiler que tiene nidos y perchas, que solamente lo utilizan para poner huevos y dormir. El tráiler es abierto todas las mañanas, las gallinas tienen libre acceso durante todo el día, y una vez que baja el sol, las gallinas entran para dormir y resguardarse de depredadores”, detalló Lucía a IN Tucumán.
Como Lucas y Lucia trabajan durante la semana en otros trabajos, la pareja tucumana cuenta con la ayuda de Ramón y Damián, quienes se encargan de abrir las puertas del ‘Gallimovil’ a las gallinas todas las mañanas, darles de comer y recolectar los huevos. “Nosotros nos hacemos cargo los fines de semanas, feriados, y hacemos visitas durante los días de semana”, añadió la emprendedora.
-¿Por qué sostienen que Granja Avilú es amigable con el medio ambiente? Cuéntanos de qué se trata ese impacto positivo.
-Granja Avilú no solamente es amigable con el medio ambiente, sino que también cuida el bienestar animal, en este caso, el de las gallinas.
En cuanto al cuidado del medio ambiente, cada gallinero móvil está pensado para una determinada cantidad de gallinas y a su vez un perímetro equivalente. El ‘Gallimovil’ se mueve con frecuencia, con el fin de que las gallinas vayan pastoreando en otros lugares dentro del predio de la finca. La idea de movilizar el tráiler está sujeta a la recuperación del suelo, del pasto y del alfa. De esta forma, la compactación que generarían las gallinas y el tráiler no sería permanente en la parcela. Una vez que el tráiler deja una parcela, se distribuyen en la misma los excrementos de las gallinas (previamente secadas al sol) a modo de abono, recuperando la parcela de manera natural y aportando nutrientes necesarios al suelo, en otras palabras reconstruyendo el suelo. Con este tipo de producción no generamos ninguna construcción nueva en el terreno, por ejemplo, los famosos galpones con jaulas y luz artificial que se utilizan en sistemas intensivos de producción de huevos. Los perímetros están delimitados con hilo de boyero, el cual está planificado para funcionar con paneles solares próximamente.
En cuanto al bienestar animal de las gallinas, nuestro emprendimiento respeta los ciclos naturales, los tiempos de posturas, y las mudas de plumas de las mismas. Se mueven dentro de una parcela donde pastorean, hacen sus “baños de tierra”, comen lombrices e insectos, y están en contacto con la naturaleza, como debería estarlo cualquier animal.
Queremos recalcar que en este proyecto solamente utilizamos luz natural, en ningún momento las gallinas están sometidas a luz artificial, respetando de esa manera su ciclo natural de alimentación. Está comprobado que el uso de luz artificial crea un estrés en las gallinas, mientras que la luz natural aporta vitamina D a las mismas. El hecho que las gallinas tengan la posibilidad de elegir dónde poner sus huevos y en qué perchas dormir, reduce el estrés social. La suma de todos estos factores provoca una suba de las defensas y una disminución de enfermedades en las gallinas, y también se ve reflejada en la calidad de los huevos.
Comercialización y distribución
Granja Avilú realiza repartos semanales a los puntos de ventas en San Miguel de Tucumán y Yerba Buena. “Además vendemos nuestros productos a dos bolsones de frutas y verduras agroecológicas en la provincia. También contamos con dos bares que compran nuestros productos para la cocina. En cuanto a la venta minorista, tuvimos que dejar de vender por una baja de postura, pero esperamos volver al ruedo minorista dentro de poco. Nos contactan mucho por Instagram y Facebook, además nos ayuda mucho el boca en boca”, contó Lucía a nuestro medio.
Animarse a emprender en tiempos de pandemia
“En el transcurso de la entrevista, Lucía nos contó cómo es iniciar un proyecto en pandemia y que la idea se materialice. “En nuestro caso iniciamos durante la pandemia. En marzo del 2021 comenzamos a preparar el lugar físico y la construcción del primer gallinero. El sector de los alimentos, al ser un bien esencial, pudo resistir mejor y con los huevos no fue diferente, incluso, si bien cerraron grandes productores en todo el país, otros pequeños fueron surgiendo. Creemos que la pandemia y el aislamiento nos permitieron terminar de cerrar la idea y tomar la decisión de arrancar. Luego de unas semanas y con la primera producción, nos adaptamos a estas nuevas reglas que lanzó la pandemia, a las nuevas formas de ventas y su respectiva distribución, y así pudimos comenzar”.
Incremento en los precios de los huevos
-Los tucumanos notamos un incremento en el precio de los huevos, por ejemplo, un maple en algunas verdulerías o almacenes de la capital tucumana estaba a $ 260 y ahora su valor es aproximadamente $ 600, desde su sector ¿qué nos puede comentar al respecto?
-En nuestro país el negocio del huevo es bastante cíclico por lo que su precio es más afectado por la oferta que otros bienes. En general desde el sector coincidimos en un efecto de bola de nieve. En primer lugar, los huevos no aumentaron su precio durante más de 2 años, además los pequeños productores que iniciaron durante la pandemia pudieron mantener la oferta en general, de manera constante, pero afectaron más su precio, alguien con una pequeña cantidad de gallinas, sin las instalaciones adecuadas para un sistema intensivo ‘galpón a piso o en jaulas’ y manejados por ellos mismos manejan muchos menos costos que un productor grande. Luego de dos años de pandemia muchos de esos productores pequeños no pudieron realizar la reposición de gallinas para continuar en el rubro.
Y en segundo lugar, grandes mortandades sobre todo en el mes de enero por la ola de calor afectaron aún más la oferta del producto. Febrero llegó con miles de gallinas menos en todo el país y un fuerte aumento de costos en materia de alimento, combustible y mano de obra, de esta manera, experimentado en los últimos meses el incremento fuertemente en los precios.
“Todos somos buenos en algo”
Granja Avilú sostiene que “todos somos buenos en algo”. La geóloga Lucía Rivadeneira brindó un mensaje al sector emprendedor de Tucumán al finalizar la entrevista.
“El mejor consejo que les podemos dar es que no piensen mucho las cosas y lo hagan. Es duro, y hay que estar dispuesto a ceder actividades recreativas y vida social. Hagan lo que les gusta, no sigan un emprendimiento por que a alguien que conocen le va bien. Traten de hacer algo que sepan hacer, todos somos buenos en algo. En lo posible usen cosas que tengan, una máquina, herramienta, o un lugar”, concluyó.
Podés visitar las redes sociales de Granja Avilú en Facebook y también en Instagram. Lucía además brindó un contacto para posibles consultas a: 3815306600.