RollingCode School es una escuela de desarrollo de software ubicada en Gral Paz 576, piso 9, oficina 2 de la capital tucumana. Sus actividades iniciaron en el 2019 y la propuesta de esta iniciativa es enseñar “a programar desde cero y así poder sumarse a la industria con mayor crecimiento”. En este sentido, cabe destacar que los alumnos que asisten a esta escuela no cuentan con experiencia previa, es por ello que pueden realizar el cursado cualquier persona que desee aprender programación.
IN Tucumán dialogó con el Ing. en Sistemas, Walter Esteban Juárez Rivas, co fundador de RollingCode y nos contó sobre los inicios de esta propuesta educativa, la modalidad de las clases que ofrece la escuela, la salida laboral que genera, y su experiencia y sensaciones al haber recibido el sello de distinción Marca Tucumán que otorga el IDEP Tucumán (Instituto de Desarrollo Productivo).
Inicios
“RollingCode nació en el 2019. La verdad que fue una mezcla de diferentes caminos, estábamos buscando hacer algo nuevo en la provincia pero aún no nos decidíamos por el rubro. Por un lado, Jhonny Guzmán y yo teníamos un emprendimiento y veníamos haciendo software para empresas, y por otro lado Pablo Frias y Diego Flores también venían creando software para empresas, y colaboramos en diferentes proyectos. Un día visitamos las oficinas de Pablo y Diego y nos encantaron, a lo que Pablo comentó la posibilidad de alquilar una nueva, pero un poco más grande y poder hacer algo. No sabíamos bien, si un coworking, algunos cursos sobre lo que nosotros hacíamos para tener algo de apoyo en el trabajo cotidiano, y así fue surgiendo todo. Luego junto con Pablo y Loli (mi esposa) comenzamos a trabajar en la marca y salió RollingCode. Recuerdo que en ese momento habíamos brindado por otro nombre, pero al final decidimos descartar unas semanas de lanzar y nos decidimos por RollingCode”, comentó Juárez Rivas a IN Tucumán.
Colaboración
“Actualmente en RollingCode colaboran expertos en desarrollo de software que trabajan en el rubro, brindando su tiempo y expertise para ayudar a más alumnos a mejorar su futuro e introducirlos en la industria del software. Junto con Pablo Frias, Jhonny Guzmán y Diego Flores decidimos unificarnos y trabajamos todo bajo este link y este”, agregó el emprendedor tucumano.
Aprendizaje
En el transcurso de la entrevista, el co fundador de RollingCode comentó a nuestro medio que en su escuela no solo enseñan programación sino que además los alumnos aprenden a trabajar. “Prácticamente ingresan en un entrenamiento laboral, donde aprenden a presentar proyectos, trabajar en equipo, aprenden herramientas indispensables para la comunicación, gestión del trabajo de cualquier desarrollador y al mismo tiempo se vinculan con otras empresas de desarrollo de software que pueden contratarlos”, explicó Juárez Rivas a nuestro medio.
Convenios
Asimismo, se refirió a los convenios con los que cuenta su emprendimiento. “Tenemos más de 16 convenios de colaboración firmados con diferentes empresas de desarrollo de software del NOA y deseamos seguir creciendo para que nuestros alumnos tengan cada vez más salida laboral directa”, agregó.
Clases
Teniendo en cuenta el contexto actual, quisimos saber cuál es la modalidad de estudio en RollingCode y si existen áreas de las que puedan optar sus alumnos.
“Las clases actualmente son 100% online, aunque es cierto que eventualmente se hacen presentaciones de proyectos en las oficinas, pero se las lleva a cabo con distanciamiento social y un ambiente cuidado para evitar contagios. Por sobre todo cuidamos a nuestra comunidad. El hecho de que las clases sean virtuales, trae consigo una ventaja, y es que las empresas actualmente están trabajando así, de modo remoto. Entonces, a la hora de entrar a trabajar a una empresa, nuestros alumnos ingresan completamente familiarizados con las herramientas, metodologías y formas de trabajo que requiere la nueva normalidad. Así también, alumnos que no están en Tucumán pueden acceder a las clases sin problemas”, explicó.
En esta línea le preguntamos a Juárez Rivas quiénes pueden tomar las clases y de qué edades concurren a la misma.
“Nosotros aceptamos alumnos desde los 15-16 años. Es ideal que comiencen una vez terminado el secundario para que puedan dedicarse full time y de esa forma pueden seguir formándose paralelamente con otra carrera si así lo quieren. Siempre nuestra recomendación es que prueben si les gusta, y si es así, puedan dedicarle tiempo y en menos de un año pueden estar trabajando”, destacó.
A su vez, agregó: “Al mismo tiempo personas que están trabajando, es posible hacer el curso, ya que son dos días a la semana y pueden optar por tomar más clases si así lo desean. Muchas veces, en su gran mayoría, nuestros alumnos utilizan nuestros cursos para dar un salto en su carrera profesional. Muchas personas de más de 30 años, que trabajan, con hijos y una supuestamente"vida formada, toman el camino de estudiar programación en RollingCode, porque les permite mantener todas sus actividades (con un cierto esfuerzo) y al final pueden obtener el resultado de dar un giro a su carrera profesional y comenzar a trabajar como desarrolladores de software”, detalló.
Salida laboral
En esta instancia de la entrevista quisimos saber si los egresados de la escuela ya han conseguido trabajo en el mundo de la programación, y su fundador nos comentó orgullo: “Estamos muy felices con la cantidad de trabajo que están consiguiendo nuestros egresados. Actualmente nuestros alumnos trabajan en empresas como: MercadoLibre, Globant, Invertir Online, Integra Media, Sovos, Grupo Novati, Accenture, Lander Tech, Fuzzy Fish,Tarjeta Naranja, Wolox, Last ,Minute Crew, Wifinet,, Move Me, Ministerio Público Fiscal, GlobalLogic, Sitenso, Sana digital, Genube, ServiGruas, entre otros”, señaló Juárez Rivas.
Marca Tucumán
“Para nosotros es un orgullo haber recibido la distinción de Marca Tucumán, además que vinieron a nuestra inauguración y recibimos la distinción en nuestras instalaciones. Para nosotros fue realmente algo muy honroso, y sobre todo una marca de calidad en los servicios que ofrecemos a la comunidad. Estamos convencidos que el trabajo que hacemos en RollingCode mejora la calidad de vida de nuestros estudiantes, y ellos mejoran la calidad de vida de sus ciudades, por lo tanto mejoramos Tucumán entre todos con nuestras acciones. Nos moviliza esta idea realmente”, comentó a IN Tucumán sobre el sello de distinción que otorga el IDEP Tucumán (Instituto de Desarrollo Productivo).
Al finalizar la entrevista, Walter Esteban Juárez Rivas agregó: “En Argentina y a nivel mundial, el trabajo en la industria del desarrollo de software está creciendo cada vez más, es un momento clave para capacitarse y salir a buscar trabajo, porque hay mucho. Es cierto que hay que estar bien preparado, pero para eso estamos nosotros para ayudar a los alumnos a estar fit a la hora de tomar una entrevista y comenzar a dar sus primeros pasos en este mundo nuevo. Lo lindo de la programación es que realmente cualquier persona que maneje una computadora y sepa realizar ciertas acciones, como enviar emails, redactar un correo, buscar en internet y usar aplicaciones varias, puede aprender a desarrollar software desde cero. Es como aprender a tocar un instrumento o hablar un nuevo idioma, y lo interesante de la industria es que al comenzar, se inicia con un nivel de principiante, más conocido como trainee dentro del rubro. Y luego va a ir escalando en seniority, de junior, junior advance, semi senior, senior, y con cada avance que obtenga, obtendrá más conocimientos y beneficios económicos”, concluyó.
Si querés conocer más sobre RollingCode School podrás visitar su página web en el siguiente link. Su estudio aquí, y en sus redes sociales, en Facebook ingresando acá, en Instagram, Linkedin y también podrás contactarte al: 3815783030.