En el tercer ciclo de Webinar “Agricultura Inteligente, el impacto de las nuevas tecnologías, Daniel Lucci, director del Grupo Lucci y Sebastián Budeguer, director de Ventas Grupo Budeguer - Ceo Ing. Leales y Budeguer Wines, respondieron a varias inquietudes que surgieron en el encuentro virtual moderado por Alberto Núñez, director de la Fundación del Tucumán.
En esta ocasión, Núñez rememoró su visita a Silicon Valley. “Cuando regresé del segundo viaje pensaba que lo que hay que hacer es mirar la cultura de la gente que está transformando las cosas porque eso es lo que podemos copiar. Uno puede no tener los recursos pero ir trabajando en la transformación de las personas hace que nos podamos acercar mucho más rápido para ir cambiando las cosas”, expresó.
En esta línea, el director de la Fundación preguntó, teniendo en cuenta que los empresarios están al frente de grupos muy importantes donde el acceso a estos cambios tecnológicos debe tener un recurso necesario para enfrentarlos, lanzó “¿cómo se imaginan que un productor chico pueda encarar este proceso de ir evolucionando en estos aspectos?, es decir “el tema del acceso a los recursos para poder transformar ¿cómo se los puede conseguir?”, consultó Núñez.
Por su parte, Sebastián Budeguer afirmó que “seguramente los recursos económicos son un desafío, ya que el acceso al capital en Argentina que tienen grandes o pequeñas empresas es distinto al resto del mundo, seguramente que la escala, los resultados económicos ayudan al acceso del mercado financiero pero tenía un profesor que decía que lo que sobra en el mundo es el dinero (ya sé que suena medio loco) pero lo que falta son las buenas ideas, entonces si realmente tenés una buena idea y sabés cuál es el camino a seguir, o estás convencido que esa tecnología traerá tal o cual cambio o resultado, seguramente vas a conseguir el apoyo, ya sea por el banco, un amigo, socio, colega para llevar adelante ese proyecto”, explicó.
Asimismo, sostuvo que prefiere pensar en la tecnología como algo mucho más amplio que pensar en una simple computadora. “Hay tecnologías que es solamente una cuestión de voluntad, volvemos a la cultura, las ganas de querer hacerlo, y esto implica cero peso de inversión, son cambios de prácticas, es tal vez conocimiento, entender cómo funciona algún proceso y decir bueno lo voy a hacer diferente, es solamente tomar una decisión, y eso es un cambio tecnológico que normalmente puede llevar acarreado a un resultado importante. Uno por ahí cree en la panacea de que si yo tengo tal máquina o tal inversión voy a cambiar de la noche a la mañana, y no es así, si no funciona primero manualmente, si no entiendo el proceso, la máquina puede no llegar a hacer ninguna diferencia”, afirmó Budeguer.
A su turno, Daniel Lucci hizo hincapié en la gradualidad, “ya que probablemente la oferta tecnológica que llega al análisis es mucho más de la que podemos analizar, asumir, incorporar y pagar, entonces se trata de elegir un orden de prelación muy cuidadosamente y en año a año poner foco en un objetivo determinado para ir (tecnológicamente hablando) en busca de mayor incorporación tecnológica, ya sea genérica, de automación, de productividad, logística o lo que fuera. Hay que ir de a poco, yo creo que en esa mecánica las empresas que tienen más accesos a estos tecnólogos o que tienen más accesos al capital de algún modo van derramando tecnologías hacia los productores asociados, donde los primeros pasos, los más dubitativos, seguramente también los más caros, que lo damos las empresas grandes, porque se asume que tenemos en definitiva más recursos disponibles que las empresas chicas, pero creo que eso derrama naturalmente”, agregó.
Por último, el director del Grupo Lucci indicó que “puede haber algunos casos, por ejemplo de mecanizar la cosecha del limón, algo que se está intentando desde hace unos años y cada vez con más fuerza, sea un tema tecnológico pesado, gravoso que no esté al alcance de un productor chico, que ni esté ni vaya a estar, pero probablemente cuando hayamos recorrido un camino de desarrollo, porque ahí no hay una solución de ir a comprar, ahí hay una solución de desarrollar, entre quien la ofrece y quien la usa, pero después de haber recorrido los diez primeros años de altos costos y de bajos rendimientos, cuando las cosas estén listas tal vez los productores chicos de manera asociativa puedan también incorporar esos cambios tecnológicos”, precisó.
A su vez, aconsejó: “Pero hay que tener mucho cuidado, como lo ha marcado Sebastián varias veces, y yo lo comparto, en analizar cuán preparada está la organización de la empresa para asumir determinado cambio tecnológico, no porque estén disponibles hay que ir a comprar, sino hay que saber prelar, elegir e ir de a poco con el mismo timing con que la organización madura, concluyó Lucci.
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