Empresarios tucumanos mudan sus operaciones a Uruguay... ¿por qué?

Durante el último tiempo las operaciones para operar en el vecino país fue en aumento.

En este último tiempo, nos hemos encontrado con una cantidad notoria de casos de argentinos que intentan obtener residencia fiscal en Uruguay y de empresas argentinas que radican sus operaciones en el país vecino. La respuesta de por qué lo hacen es muy sencilla: los impuestos.

En Argentina, las empresas pagan, principalmente, los siguientes impuestos: (i) Impuesto a las Ganancias (35% - si distribuyen dividendos -); (ii) Ingresos Brutos (alícuota promedio del 3%); (iii) Seguridad e Higiene (alícuota promedio del 1%); (iv) Impuesto al Cheque (del 1,2% - las Micro y Pequeñas Empresas no lo pagan -); y (v) Seguridad Social (que puede llegar a rondar el 40% entre Contribuciones y Aportes).

Además, existen una cantidad y diversidad de regímenes (de información, de retención, de percepción, etc.); sumado a que hay infinidad de jurisdicciones con normas propias y diferentes entre sí (la Nación, las 24 provincias, todos los municipios), que se vuelve realmente imposible cumplir con todo.

En el país vecino, por el contrario, todo parece ser mucho más sencillo y menos costoso. Lo primero que cabe la pena resaltar, responde al "Régimen de Liquidación Ficta" ("IRAE") para empresas radicadas en Uruguay que tengan hasta U$S 500.000 de ventas anuales.

Este impuesto sería el equivalente al Impuesto a las Ganancias en nuestro país y realmente llama la atención lo que estas PyMEs uruguayas pagan de impuesto.

El segundo gran tema, responde a qué ingresos (en el impuesto a las ganancias) y qué bienes (en el impuesto al patrimonio) quedan alcanzados por Uruguay y Argentina.

Mientras que en Argentina los residentes de nuestro país pagan impuestos por todos los bienes y todas las rentas que obtengan, sin importar dónde las obtengan o dónde estén situadas (es decir, tanto en el país, como en el exterior), en Uruguay solamente están gravadas las rentas y los bienes uruguayos.

Por ejemplo, si una empresa radicada en Uruguay obtiene un ingreso por un servicio prestado en Argentina, no paga impuestos en el país vecino.

En cambio, si una empresa radicada en Argentina obtiene un ingreso por un servicio prestado en Uruguay, sí paga impuestos en nuestro país.

Lo mismo ocurre si un uruguayo tiene bienes (inmuebles, autos, cuentas bancarias, etc.) en Argentina: no paga impuestos en Uruguay.

En cambio, como bien saben todos los argentinos que blanquearon propiedades en Punta del Este, todos esos bienes sí pagan Impuesto sobre los Bienes Personales en el país.

Por último, en cuanto a Impuestos al Consumo, además del IVA, en el Uruguay existe el "Impuesto Específico Interno", que se grava en una sola etapa de la cadena comercial (la primera), a diferencia de Ingresos Brutos de nuestro país, que se grava en todas las etapas (industrial, comercio por mayor, distribución, comercio minorista), incrementando significativamente el costo de los bienes y servicios.

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