El pasado lunes, el Gobierno anunció un aumento para los jubilados y pensionados, el cual será del 6,12% a partir del mes de junio, lo que llevará a la jubilación mínima a $16.864 y el haber máximo a $ 118.044. Asimismo, algunos sostienen que más del 80% de los jubilados y pensionados le ganarán a la inflación.
Por este motivo, IN Tucumán dialogó con el economista tucumano Alfredo Grassia quien brindó un análisis referido a este tema.
Análisis de Alfredo Grassia sobre el aumento a los jubilados y pensionados
En estos últimos días, se ha generado una polémica referido al aumento que ha determinado el gobierno nacional por decreto a los jubilados y pensionados, y también a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo. Dicho aumento del 6,12 por ciento, el cual llevó a la jubilación mínima a $16.800 aproximadamente, con un aumento directo en los haberes de $950 en promedio para aquellos que cobran la mínima.
Desde algunos sectores se comenzó a cuestionar dicho aumento afirmando que si se hubiese utilizado la fórmula que se aprobó en la modificación de la ley provisional del 2017 los jubilados y pensionados hubiesen estado recibiendo un porcentaje mayor de aumento en sus haberes. Según algunos artículos que salieron en los medios afirman que tendría que haber tenido un aumento aproximadamente del 10,4 % con la fórmula anterior que derogó por decreto Alberto Fernández y que los jubilados y pensionados perdieron aproximadamente entre $600 y $5000.
Tendríamos que aclarar un par de puntos importantes antes de hacer estas afirmaciones.
En primer lugar, el aumento que según dicen estos artículos que es del 10,4% se tendría que aplicar en junio de este año ya que la fórmula anterior de la ley que se aprobó en 2017 prevé los aumentos semestrales y el cálculo que está realizando el gobierno actual determina que el aumento sea trimestral. En segundo lugar, el porcentaje que es el segundo de este año, ya que el primero en febrero del 2,3 % y ahora en mayo de 6,12, es decir que los dos aumentos dan en el primer semestre aproximadamente un 8,4%, sumado a este porcentaje hay que agregarle que en febrero el gobierno nacional adicionó a ese aumento un bono fijo de $1500 para cada una de las jubilaciones y pensiones, o sea que si sumamos este bono fijo al aumento porcentual aproximadamente, el porcentaje de aumento que los jubilados y pensionados están teniendo o van teniendo en el transcurso de este año es de un 20% en los primeros cinco meses de este año.
En tercer lugar, un punto muy importante que hay que tener en cuenta es que la fórmula que determinaba los aumentos en la ley que se aprobó en el 2017 tenía dentro de su base de cálculo la inflación, crecimiento y movilidad de salarios, y por otro lado hay que tener en cuenta que hoy en nuestro país y en el mundo existe el coronavirus, una pandemia internacional y que debido a esto la situación económica del país y del mundo no es la mejor y este escenario nunca hubiese sido imaginado por el gobierno de Alberto Fernández.
Es verdad que estos aumentos se dan de manera unilateral y que la clase pasiva en nuestro país sigue siendo la más castigada desde hace décadas en Argentina. Para que los haberes jubilatorios puedan llegar a tener un equilibrio con el costo de la canasta básica de un jubilado, que se encuentra en $ 34.000, el porcentaje de aumento tendría que ser no menor al 55% para poder equilibrar los haberes con las necesidades básicas de este sector. Asimismo, no debemos olvidarnos que con la aprobación de la modificación de la ley en 2017, todos los jubilados perdieron entre un 17 y un 22 % en sus haberes por el cambio de fórmula, punto que al parecer, hoy algunos especialistas se olvidan cuando hablan sobre el aumento actual.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, además hay que recordar que el gobierno nacional en la ley de emergencia que se aprobó hace no más de 2 meses prevé la creación de una comisión la que va a evaluar, analizar y crear una nueva fórmula que realice los aumentos o que determine de manera automática la suba en los haberes de los jubilados y pensionados. Es un tema pendiente, urgente y también muy sensible porque la clase pasiva es una de las más postergadas en nuestro país.