Los tucumanos Luis Manuel Pondal, Fernando Ríos y Daniela Viña, dueños de distintos restaurantes de San Miguel de Tucumán, crearon una heladera social para ofrecer los alimentos que no se habían consumido a los vecinos que necesitaran un plato de comida. La idea funcionó y, rápidamente, se replicó en varios puntos del país. Ayer, el proyecto fue distinguido por el premio Perfil a la inteligencia de los argentinos en la categoría sustentabilidad; la entrega fue en el Centro Cultural Kirchner.
"Nos premiaron con la categoría sustentabilidad, nuestro proyecto ya tiene dos años y sigue funcionando, tiene un montón de réplicas en el país", señaló Pondal, en diálogo con uno de los principales diarios del país. "Nosotros como gastronómicos pusimos heladeras en la puerta de nuestro negocio para que toda la comunidad pudiera poner comida envuelta en papel film en vez de tirarla a la basura. De esa manera el vecino que necesitara una bandeja de comida podía llevársela", agregó.
La heladera posee una leyenda que reza: "Retirá solo lo que necesites, la comida no se tira". Pondal, explica que "esa frase vieja de las abuelas, que siempre nos enseñaron que no tenemos que desperdiciar" funcionó para que el proyecto prospere. "Lo más llamativo de este proyecto no es el efecto que tuvo sobre las personas que podían llevarse un plato de comida de forma digna sino la respuesta que tuvo ante los vecinos; empezamos a ver vecinos que llevaban comida a la heladera o vecinos que se juntaban a cocinar para que en esa heladera haya más bandejas. Esa parte de todo esto es muy conmovedora y nos llena de orgullo. Hoy son pilares fundamentales de la continuidad de este proyecto"
Naturalmente, Pondal remarcó que lo que junto a sus compañeros de proyecto desea es que no existan más heladeras sociales ni comedores comunitarios, sino "políticos que den en la tecla con leyes inteligentes que den trabajo digno para que con trabajo digno la gente pueda dar su propia comida y ponerla en la mesa de forma absolutamente digna como estamos acostumbrados".
En su discurso, el hombre aprovechó para reclamar por la ley donal que -según explica- hoy está incompleta. "No se la revé creo que desde el año 2004. Es para poder fomentar y a su vez cuidar a las personas que tienen la buena voluntad de donar y no caer en el miedo de ser presos de la industria del juicio por algún tipo de intoxicación o algo, realmente la comida que se tira es inhumana y nadie merece tener que sacar la comida de tachos de basura para poder llevársela a la boca", concluyó.