El país vive un año de intensa incertidumbre económica que se profundizó durante los últimos meses. Esta fuerte turbulencia impactó directamente en la fuente laboral, en una cadena de culpas que arranca en el Estado y deviene en los empresarios quienes aducen que la situación es insostenible.
En concreto, las incertidumbre financiera y, principalmente, la variación en la cotización del dólar influyó en la mayoría de las empresas que se vieron obligadas a realizar un recorte en su presupuesto e impactó directamente en la fuente laboral de miles de empleados.
En concreto y, de acuerdo a un informe privado, durante enero y agosto del 2018 son 39.097 los casos de empleados que se quedaron sin su fuente de trabajo. Solo en agosto la cifra ascendió a los 6.233 casos, casi duplicando la cifra del mes anterior.
La cantidad de despidos y suspensiones en agosto ascendió a 6.233 casos, es decir que "casi duplicó" la cifra del mismo mes del año anterior, según advirtió un estudio privado. Señaló que "la evolución de los despidos y suspensiones en los primeros ocho meses de 2018" llega a "39.097 casos".
El informe calculó que fueron 15.300 los casos que corresponden al empleo público y 23.797 los correspondientes al empleo privado. "Estos datos implican un promedio de 4.887 despidos y suspensiones mensuales durante los primeros ocho meses de 2018", afirmó el análisis elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
"Esto representa un incremento de 36% en 2018 respecto de 2017", estimó y destacó que "en los primeros dos meses del año, los despidos del sector público resultan más significativos". Se observa la continuidad en el proceso de expulsión laboral a lo largo de los primeros ocho meses del año, promediando 2.247 casos mensuales", alertó.