Dentro de los trece institutos que el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) posee en Tucumán, se destaca la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (Proimi), que ha tenido un crecimiento sostenido desde su creación en 1978. El organismo tiene una importante infraestructura, a tal punto que le permite elaborar elementos para la industria y para el público.
Su directora, la doctora Lucía Castellanos, explicó que "en el Proimi se realizan estudios de microbiología industrial con investigaciones que tienden a aplicaciones biotecnológicas”. Agregó que trabajan con “todos los microorganismos como bacterias, levaduras, hongos y que hay una división para el control biológico de plagas”.
Proimi presenta una serie de características únicas y distintivas, entre las que se destaca la disponibilidad de una planta piloto, comparable a las que existen en los países dedicados al desarrollo de la Biotecnología.
Cuenta con un sistema integrado de investigación-producción y en virtud de su desarrollo dinámico puede atender las necesidades que día a día plantean la comunidad y el medio ambiente. Una de sus principales consignas es la de mantener una cultura de producción basada en los conceptos de calidad, ética y bioseguridad.
El organismo se ocupa de investigaciones básicas, en colaboración con la Universidad Nacional de Tucumán y otras Universidades y Centros del País y del exterior, como del desarrollo de procesos industriales con aplicaciones más o menos inmediatas.
Debido a la disponibilidad de equipamiento y personal altamente capacitado, Proimi puede ofrecer servicio de análisis especiales, consultorías, contratos para investigación y desarrollo de Procesos Biotecnológicos. También se ofrece entrenamiento en áreas de la Biotecnología: microbiología, fermentaciones y otras, a personal de industrias.