Finalmente el Senado convirtió en ley un proyecto que cambiará la lógica de producción y consumo de electricidad en la Argentina: el proyecto se inició en la Cámara de Diputados y fue consensuado entre todos los frentes políticos. El texto, que el Senado aprobó tal cual salió de la Cámara baja, resultó de una combinación de normativas presentadas por los diputados Nicolás Tomassi (Bloque Justicialista), Juan Carlos Villalonga (Cambiemos), Luis María Bardeggia (PJ-FpV), Jorge Taboada (Chubut somos todos) y Gustavo Bevilacqua (UNA), entre otros.
La normativa contiene 41 artículos a través de los cuales se fijan las políticas y se establecen "las condiciones jurídicas y contractuales para la generación de energía eléctrica de origen renovable por parte de usuarios de la red de distribución". Permite que cualquier usuario produzca su propia electricidad a partir de cualquiera de las fuentes renovables, y en el caso de que genere más cantidad de energía de la que consume, le venda ese excedente a la distribuidora (Edenor y Edesur en el AMBA o Epec en Córdoba, por ejemplo).
Desde la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader), consideran que "va a ser un instrumento poderoso para que tanto el sector residencial como el comercial o el industrial puedan poner pequeños sistemas de distribuida en distintos puntos del país" lo que permitirá desarrollar "economías regionales y particularmente de pymes, tanto para la instalación como para el mantenimiento".
La nueva ley prevé que, a partir de su reglamentación, cualquier proyecto de construcción de edificios públicos "deberá contemplar la utilización de algún sistema de generación distribuida proveniente de fuentes renovables".
Las políticas de incentivos para que los usuarios efectivamente instalen equipamiento que permita producir electricidad serán implementadas a través del Fondo para la Generación Distribuida de Energías Renovables (Fodis), creado a través del artículo 16, al que el Tesoro Nacional le destinará en el primer año un monto de $ 500 millones.
El Fodis podrá proveer fondos y otorgar facilidades a través de préstamos, bonificar o subsidiar la tasa de interés de créditos, otorgar incentivos a la inyección o bonificaciones a la adquisición de sistemas de generación, o incluso financiar la difusión, investigación y desarrollo relacionadas a las posibles aplicaciones de este tipo de tecnologías.