Convocan a las mujeres con sus proyectos emprendedores

La Asociación Argentina de Emprendedores detectó que solo el 25 % de sus 6800 socios son de sexo femenino.

En los últimos años el emprendedurismo se ha convertido en una rama más del ámbito laboral que ha obtenido su respaldo a través de la promulgación de la Ley 27.349 de apoyo al capital emprendedor, sancionada por el Congreso el 29 de marzo último.

Una de las entidades que ha tomado la tarea de aunar a quienes quieren llevar adelante este tipo de actividades es la Asociación Argentina de Emprendedores (ASEA), que en la actualidad está abocada, entre otras cosas a convocar a mujeres emprendedoras a sumarse a la asociación.

Según el ranking del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de 2017, Argentina califica en el puesto 59 sobre 64 naciones en cuanto a igualdad de género. ASEA cuenta actualmente con más de 6800 socios emprendedores, de los cuales solo el 25% son mujeres.

"Estamos trabajando para sumar más mujeres a nuestra Asociación. Las mujeres son un motor de cambio, son proactivas e impulsoras de nuevas ideas. Por eso queremos que ASEA cuente con igual porcentaje de emprendedores hombres y mujeres, que hoy representan un porcentaje de 75 y 25 por ciento, respectivamente. Creemos que el ecosistema emprendedor debe incluir todas las voces, es por ello que hacemos este llamado para sumar más emprendedoras, que acompañen a nuestras embajadoras”, comenta Daniel Tricarico, director ejecutivo de ASEA.

Consultada por Télam, Irene Ramos, coordinadora internacional de Mujeres del Pacífico, organización internacional experta en materia de equidad y género para el emprendimiento femenino junto con la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica (ASELA) -creada en 2013 y que reúne a las asociaciones de emprendedores de Perú, Colombia, México, Chile y Argentina- apunta que "si hablamos de cifras, acorde al estudio de la CEPAL ‘Panorama Social de América Latina 2016’, la tasa de actividad económica femenina en América Latina asciende en promedio al 49,8% y la de los hombres al 78,7% (30 puntos porcentuales superior al de las mujeres)”.

"Apuntamos al fomento de la mujer emprendedora como articulador del ecosistema social en el que se desarrolla, -explica Ramos-, buscamos conocer sus necesidades y evaluar la realidad de cada país con un enfoque distinto. Por ello estamos realizando un análisis profundo con enfoque de género".

Afirmó también que "se quiere generar una interconexión con todas las emprendedoras de la Alianza Pacífico y detectar en qué caso el emprendimiento es impulsado por la necesidad y no por la oportunidad, hacerlo por esto y no por la vulnerabilidad”.

Ramos dijo que han observado que las mujeres emprenden tardíamente y que los proyectos no tienen sostenibilidad en el tiempo, y sobre todo resaltó que "el emprendedurismo no es una moda, es una necesidad, por nuestro tipo de economías que son motorizadas por las pymes, ellas son multiplicadoras de impacto.

Rosario Ahumada tiene 29 años, es politóloga graduada en la Universidad de Buenos Aires, y luego de vivir varios años en la Ciudad decidió retornar a su provincia natal. En la actualidad es Embajadora de ASEA en la provincia de San Juan y fundadora del emprendimiento "Juno", una empresa social que enlaza a potenciales clientes con mujeres que buscan trabajar desde sus hogares.

En diálogo con Télam, Ahumada indicó que "ASEA funciona con una red de embajadores, somos referentes en diferentes provincias, es un trabajo voluntario y lo que tratamos de hacer es ser la cara visible de la asociación; tratamos de que los emprendedores se sumen a la red, conozcan sobre la nueva ley y se construya comunidad”.

También expresó: "En mi caso tengo una empresa social que se llama Juno, donde trabajo con mujeres; por un lado confeccionamos productos textiles para branding corporativo y también capacitamos a estas mujeres, y por otro lado -continúa- estamos lanzando con el mismo modelo, la capacitación de mujeres en tecnología para que puedan trabajar como community managers o en social media”.

Hacen un fuerte trabajo social, ofreciendo los talleres, tejiendo una red entre las personas. Las mujeres que se acercan van desde los 30 años, aproximadamente en adelante. "Por algún motivo estas mujeres -dice Ahumada- prefieren trabajar desde sus hogares, son de clase media baja, o están en alguna situación de vulnerabilidad, necesitan generar un ingreso y la mayoría de ellas tiene un pequeño emprendimiento.

Además dijo que se interesan en trabajar con gente que esté en diversos rubros y remarcó que sobre todo el espíritu que prima en el emprendedurismo no es el mismo de quien busca un trabajo en relación de dependencia.

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