Destaca que, aunque el superávit primario logrado desde el inicio del gobierno es inédito, la historia demuestra que el entusiasmo inicial muchas veces no alcanza para sostener reformas profundas.
El gobierno de Milei se diferencia por su velocidad, magnitud del ajuste y tono ideológico, pero aún enfrenta desafíos estructurales: bajo nivel de reservas, falta de inversión, marco laboral anticuado y un régimen fiscal y cambiario poco competitivo. Para Secco, hay señales novedosas, pero también muchas restricciones que ya vimos antes. Por eso, asegura: afirmar que “esta vez es diferente” exige prudencia.