Cuando falta una semana para que se cumplan los primeros tres meses de Gobierno del Frente de Todos, el Ejecutivo anunció que suspende nuevamente el incremento al impuesto a los combustibles líquidos, el mismo que había sido postergado a principios de febrero. El objetivo del Gobierno es “brindar una respuesta inmediata frente a las actuales circunstancias coyunturales”.
La medida fue publicada en el Boletín Oficial el pasado sábado, último día del mes de febrero. A través de este documento, que lleva la firma del presidente Alberto Fernández, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y su par de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, se precisó que las subas que iban a darse este sábado se aplazaron hasta el “31 de marzo de 2020” y aquellas que estaban previstas para el "1° de marzo de 2020” se pasaron al “1° de abril de 2020”.
Los impuestos en cuestión son a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, que se venían actualizando trimestralmente según la inflación, de acuerdo a la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Indec.
Si bien las petroleras estiman que los valores actuales tienen un retraso, a partir de esta nueva prórroga seguirá sin haber grandes cambios en los surtidores: este gravamen hubiera representado un incremento del 2% en el precio final que pagan los consumidores en las estaciones de servicio, según las estimaciones del mercado.
Con diez aumentos a lo largo del año pasado, los precios de las naftas y el gasoil se incrementaron en promedio un 41,8% durante 2019. La última postergación de este impuesto se dispuso en enero, cuando se fijó la suba para finales de febrero y principios de marzo.