Las Arcas de Tolombón: el emprendimiento familiar pisa fuerte en el mercado interno e internacional (exporta a 3 países) 

La empresa tucumana fue distinguida con el sello Marca Tucumán. Además, la bodega ha obtenido 25 premios por la destacada calidad en sus productos. En una entrevista con IN Tucumán, Gerónimo Guardia, uno de los dueños del emprendimiento, nos cuenta los caminos que tuvieron que recorrer para consolidar su compañía a nivel nacional e internacional. 

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La bodega Las Arcas de Tolombón es un emprendimiento familiar vitivinícola de Tucumán que ha obtenido varios premios en concursos nacionales e internacionales, fueron distinguidos con medalla de oro y plata por sus variedades de Malbec, Cabernet Sauvignon, Tannat y Torrontés. Sus vinos son distribuidos a nivel nacional en las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Rosario y Tucumán. A nivel internacional, la bodega ha logrado exportar hacia Estados Unidos, Brasil y Noruega. 


Gerónimo Alberto Guardia, es uno de los dueños de la empresa tucumana junto a Lucia Guardia y Agustina Guardia. En diálogo con IN Tucumán, Gerónimo que es encargado del sector de marketing nos contó sobre los inicios de la empresa, los desafíos que tuvieron que enfrentar por el parate de las exportaciones debido a la pandemia, sobre los premios obtenidos, sumado a la distinción por parte del Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP), entre otros detalles. 

¿Cómo y cuándo nació la bodega Las Arcas de Tolombón? 

En el 2003, el ingeniero Alberto Roque Guardia decidió encarar un emprendimiento agroindustrial vinculado al turismo no tradicional, (enoturismo) aventura o agroturismo a desarrollarse en el Valle Calchaquí, ya que éste reúne un abanico potencial muy amplio e interesante: historia, arqueología, clima, geología, belleza, sanidad vegetativa, gran aptitud para cultivos de plantas aromáticas y especieras, vid, y nogal, con importante posicionamiento en ciernes a nivel nacional e internacional (gracias fundamentalmente a Cafayate), entre otras peculiaridades. 

La primera idea fue cultivar alcaparras, cabe destacar que necesitan de muy poca agua, crecen en suelos muy pobres y requieren mucha mano de obra (ideal para una zona donde no se generan puestos de trabajo habitualmente). No es un cultivo habitual en Argentina, por lo que nos llevó bastante tiempo conseguir las semillas, que finalmente trajimos de Italia y España. Ya con las semillas en el campo, empezamos un duro aprendizaje para lograr su germinación, son semillas extremadamente duras; no germinaban, hicimos muchas pruebas y finalmente las tratamos con soluciones con ácido sulfúrico para ablandarlas, luego de conocer que para lograr esta requieren pasar por el sistema digestivo de pájaros. Finalmente logramos disponer de algunas para llevarlas al campo; sólo duraron unas horas, y durante la noche fueron totalmente devoradas por roedores silvestres. 

No estábamos preparados porque las plantas de alcaparras son muy amargas y patalcas, igual que sus flores, que es la parte comestible; en ninguna parte del mundo la comen los animales, pero en nuestro campo resultaron un banquete nocturno para los conejos, liebres y cuises; en una sola noche nos comieron más de ochocientas plantas. 

El campo está en una zona muy virgen, los cultivos más cercanos distan entre seis y diez kilómetros, seguramente para cuanto animal y bicho anda por allí, nuestros cultivares son un oasis. Eran muchos para controlarlos, con casi tres años intentando cultivar alcaparras sin lograrlo, el encargado de la finca Gabriel Díaz, joven lugareño preguntó: ¿ingeniero quiere que hagamos una viñita?, en Tolombón están podando, podemos traer unos codillos y plantarlos. Y ahí comenzó todo.  

En el 2007 nos abocamos a la plantación de viñas en la finca Campo Ishinaka y construcción de la bodega ubicada en Colalao del Valle, sobre la ruta 40, km 4313. En el 2010 se realizó la primera producción de vinos en la bodega. Esta actividad principal, se fue complementando con agroturismo, y otros anexos dado el gran potencial de desarrollo del área por la calidad del clima y del suelo, y su rica historia que se remonta a las primeras comunidades indígenas calchaquíes.

La bodega comenzó a elaborar vinos en el año 2010, con 200.000 litros de capacidad, y hoy contamos con 800.000 litros. Tanques de fermentación de acero inoxidable, doble línea de selección, con mesa vibrante de alimentación, cinta de selección de racimos de uva, mesa vibrante de selección de granos y prensa neumática. Fraccionamiento: Línea automática de lavado, embotellado (con corchos y tapa rosca), inertizado y etiquetado de 2.500 botellas/hora(italiana). 

Desde que mi padre falleció, estamos a cargo de la bodega, Lucia Guardia, Agustina Guardia, y yo, Gerónimo Alberto Guardia.

La bodega produce 5 líneas de vinos:

  • Vinos jóvenes

Lengua Negra

Malbec

Torrontés

  • Siete Vacas Origen

Malbec

Cabernet Sauvignon  

Tannat

Torrontés 

Torrontés Rosado

Torrontés Tardío

  • Siete Vacas Reserva

Malbec - Cabernet Franc 

Cabernet Sauvignon 

Tannat 

Bicentenario

  • Siete Vacas Gran Reserva

Campo Las Arcas 

  • Vinos Espumantes

Siete Vacas Espumante Rosado 

En este sentido, Gerónimo nos comentó que el vino más elegido por los tucumanos es el torrontés dulce.

Premios 

“Siempre es grato participar en los concursos, nos llena de orgullo el trabajo realizado, por todo el equipo de la bodega”, expresó a nuestro medio el dueño de la empresa. Los premios que han obtenido son estos

Mercado nacional 

“Nuestros vinos se distribuyen en casi todo el país. Pero el principal mercado es Buenos Aires, Tucumán, Córdoba y Rosario”, indicó Gerónimo.

¿Cómo evalúa el 2020 y comienzos del 2021 respecto a las ventas de sus productos?

Si bien la pandemia nos ha perjudicado con respecto a las visitas a la bodega, nosotros trabajamos mucho con el turismo nacional e internacional. Este factor nos ha debilitado y no has jugado en contra. Pero por otro lado, hubo un auge durante la pandemia del 2020, de vinotecas. Mucha gente se inclinó por el consumo del vino. Es decir, aumentó en las compras en vinotecas que,  por ese lado, si hemos tenido como mayor demanda porque han abierto muchas vinotecas, aumentó el consumo del vino, pero con respecto a lo que es la visita a la bodega y el enoturismo podría decir que fuimos perjudicados ya que nosotros tenemos mucho turismo nacional y extrajero.

Exportaciones 

“Exportamos a Estados Unidos, Brasil y Noruega, pero la pandemia y sus respectivas restricciones nos ha perjudicado”, comentó Gerónimo a IN Tucumán

Respecto a las visitas guiadas que realiza la empresa ¿cómo están funcionando actualmente? 

La bodega está abierta al público todos los días de 9 a 18 horas, respetando todos los protocolos por la pandemia. Las degustaciones y visitas son gratis. Si bien al principio costó un poco que la gente vuelva a circular por el miedo que ocasionaba todo esto debido a la pandemia, durante diciembre se reactivó el turismo y durante las vacaciones las visitas aumentaron considerablemente, ya que la mayoría de los turistas eligieron el norte como destino, lo cual nos benefició, ya que recibimos turismo de todo el país. Esperamos que en Semana Santa sigan eligiendo nuestro Valle Calchaquí.

Tenemos entendido que la bodega Las Arcas de Tolombón ha recibido el sello de distinción Marca Tucumán ¿qué nos puede comentar respecto a la experiencia y beneficios que ofrece esta distinción otorgada por el Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP)

La  Marca Tucumán concentra y unifica la comunicación de los factores diferenciales de nuestra provincia. A su vez, ofrece y otorga diferenciación, distinción y visibilidad. Es una herramienta que fortalece y posiciona la oferta local, tomando en cuenta los aspectos diferenciales de los ámbitos productivos, académicos, sociales, culturales y turísticos. Es un sello de distinción y denominación de origen, e instrumento estratégico para nuestra empresas. Respalda la confianza de los productos tucumanos, promocionandolos en el ámbito local, nacional e internacional.

Por último, Gerónimo Guardia comentó a IN Tucumán por qué su línea de producción de vinos se denomina Siete Vacas. “Siete días azotaron con nevada y viento blanco, al puesto Yacomisky, a 3.000 metros de altura. Domingo Guanca soñó que siete vacas lo perseguían en la nieve. Cinco milenios antes, un faraón sueña con siete vacas gordas, perseguidas y devoradas por siete escuálidas. Aconsejado por José, el joven pastor, intérprete de sus sueños, encomienda a que los egipcios labren intensamente la tierra, siete años de abundancia, y luego sobreviviendo a los siete años de sequía. Nuestros vinos elaborados con uvas seleccionadas a mano, está dedicado a los visionarios que enfrentan los desafíos, con pasión y trabajo para que se cumplan sus sueños”, finalizó. 


Si querés visitar la página web de la bodega Las Arcas de Tolombón, hacé clic aquí o buscalos en Instagram.

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