Las pymes contra las cuerdas y ¿sin margen de maniobra para sobrevivir?

La caída del consumo afecta a la actividad de pequeñas y medianas empresas.

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Las pequeñas y medianas empresas y los comercios minoristas enfrentan un duro contexto recesivo marcado por la caída del consumo, la suba de los costos fijos, las altas tasas que impiden el financiamiento y una fuerte presión tributaria.

Durante el último año, las pymes vienen atravesando un proceso de crisis que se fue profundizando con el correr de los meses, provocado por la caída de los índices de la actividad y el consumo, y el exacerbado incremento de los impuestos, afectando de lleno su rentabilidad y liquidez.

Si bien durante el último fin de semana largo por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural se desplazaron un millón de personas por el país -un 2,6% más que en el mismo feriado del año pasado-, las estadías fueron más cortas, los destinos más cercanos y los gastos de la gente muy moderados.

Queda claro que la crisis económica está afectando a todos los sectores de la sociedad provocando una radical caída de la actividad. La subida brusca del precio del dólar, más otros ajustes de precios que inciden decididamente en la canasta de consumo, como tarifas y combustible, reforzaron la crisis en general y de las pymes en particular. La inflación de los últimos meses tuvo su máxima expresión en septiembre, con un alza cercana al 6%, según distintas mediciones privadas y del propio INDEC.

La cadena de pagos ha comenzado a presentar síntomas de ruptura. La última información disponible indica que se ha incrementado en un 42% el total de cheques rechazados y representan el 4,2% del total de cheques compensados. Es la serie más grave desde el año 2000.

Muchas empresas están cerrando o despidiendo personal. Según datos de la Universidad de San Martín, el nivel de empleo registrado disminuyó entre febrero y julio en 1% (al comienzo de la crisis). Es el porcentaje más elevado que se registró durante las fases post devaluatorias (2014: -0,7%; 2016: -0,9%). Frente a este cuadro se mantiene una alta presión tributaria (de las más altas de América Latina).

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