Sorpresivamente el ministro de Energía, Juan José Aranguren, decidió dar de baja el mecanismo por el cual los precios de los combustibles locales venían atados a un acuerdo entre la industria y las provincias, con supervisión del Gobierno nacional. Si bien el esquema iba a mantenerse hasta fin de año, a partir del 1° de octubre cada empresa podrá establecer el valor que crea conveniente.
“Un aumento de los precios internacionales permitiría la liberación de los precios internos y de ese punto en adelante mantener la paridad con un funcionamiento pleno de la reglas de mercado“, señala una nota del Ministerio de Energía que blanquea esta situación.
La medida permitirá a las compañías importar o comprar crudo en el país. Ese marco podría replicarse en las pizarras de las Estaciones de Servicio de manera que cuando descienda el valor del petróleo a nivel internacional también bajaría localmente y a la inversa si subiera.
¿Qué sucederá el mes próximo en las expendedoras? Un reconocido especialista sostuvo que “si fuera así los precios de gas oil deberían subir 6 por ciento y las naftas 12”. Sin embargo todo indica que los tiempos políticos definirán una variación posterior a las elecciones a pesar de que serán libres.
Oscar Díaz, secretario de CECHA opinó que no habrá cambios en lo inmediato. “Hay demasiada competencia, entiendo que los precios, en el mejor de los casos acompañarán la inflación”, remarcó.
Por su parte, Luis Navas, asesor de la Asociación Estaciones de Servicio, se mostró entusiasmado de que los combustibles se rijan desde ahora por la oferta y la demanda. “Se retoma un sendero que se perdió durante la pesificación asimétrica allá por el fin del Gobierno de Fernando de la Rúa. Durante estos 16 años se cometieron todo tipo de improvisaciones con el principal coto millonario en dólares de haber perdido el autoabastecimiento en combustibles líquidos y gas natural”, manifestó.
“El mayor desatino lo provocó Guillermo Moreno con todo tipo de medidas reñidas con los principios más elementales de la economía de hidrocarburos. Quedará para la posteridad cuando expresó que llovería gasoil. Lo único que llovió fueron desaciertos con costos millonarios para el país”, argumentó Navas.
En ese sentido planteó una duda que desvela a los estacioneros: “¿Seguirá YPF SA manteniendo los contratos consignados o girará hacia la política de reventa que mantienen todas las petroleras con la única excepción de la estatal?”. La incógnita seguramente se resolverá en los próximos meses.