Los productores de arándanos del noroeste, le enviaron al presidente de la Nación, Mauricio Macri, una carta detallando cuáles son las principales problemáticas actuales del sector, a la vez que le reclamaron medidas concretas para garantizar la sostenibilidad de esta producción que, en época de cosecha, genera mano de obra equivalente a unos 280.000 Jornales.
A través del presidente de la delegación argentina ante la Comisión Técnica Mixta, le hicieron llegar un punteo de la situación del sector, entre los que destacaron cómo contribuye el arándano a la economía regional y los beneficios que implica en los niveles de ocupación, y le presentaron los números actuales en millones de pesos que vuelven a las economías regionales, que ingresan directamente a los bolsillos de los trabajadores de la zona.
En la carta, los arandaneros también le pidieron al Primer Mandatario que arbitre los medios necesarios para avanzar con medidas postergadas que destrabarían el crecimiento del sector. Entre algunos factores causantes, reconocieron el nuevo escenario internacional con Perú como fuerte competidor y la diferencia de costos internos que posiciona a la Argentina en desventaja tanto frente a Perú como también frente a Chile, los principales países productores de Sudamérica.
Entre las medidas, solicitaron:
- Modificar los reintegros de exportación y volver al 12% como era en el sector hasta el año 2001, ya que en estos momentos se está en situación de emergencia.
- Adecuar el decreto que permite que los trabajadores temporarios continúen cobrando asignaciones familiares para que los cosecheros de arándano puedan aplicar a ese beneficio. Actualmente, el decreto establece un mínimo de noventa jornadas efectivas de trabajo y a veces la cosecha dura menos.
- Simplificar la situación registral. Integrar los sistemas informáticos de modo tal que cuando un trabajador es registrado en AFIP, lo sea automáticamente también en el RENATRE. Actualmente, además de darlos de alta en AFIP, se debe registrarlos en el RENATRE, esta situación se torna imposible dado el escaso período de tiempo que dura la cosecha y los volúmenes de trabajadores que ocupa además de la alta rotación que registran estos en sus distintos empleos.