Un plenario de las comisiones de la Cámara de Diputados emitió dictamen favorable a un proyecto que establece un marco regulatorio de la Ley de Biocombustibles, que propone un corte del 5% para el gasoil y el biodiesel y del 12% entre naftas y bioetanol y que tendrá vigencia hasta 2030.
De esta manera, el proyecto pasará al recinto donde el oficialismo espera llegar a los votos. Aún se desconoce la fecha en que será tratado, pero hay apuro por parte del oficialismo para tratar el proyecto lo antes posible.
El dictamen que obtuvo la mayoría, aunque no tuvo el acompañamiento de Juntos por el Cambio, se basa en el proyecto presentado por Félix y Marcos Cleri (FdT) y busca reemplazar la ley que estableció el Régimen de Promoción de Biocombustibles, que luego de 15 años de implementación fue prorrogada hasta el 12 de julio.
El dictamen de mayoría tiene como puntos centrales los porcentajes de los cortes entre gasoil y biodiesel y bioetanol con caña de azúcar y con maíz, y otorga facultades a la Secretaria de Energía para subir o bajar esos porcentajes. En ese sentido, el proyecto establece que se reducirá del 10 al 5 por ciento el corte obligatorio entre gasoil y biodiesel. En el caso del combustible elaborado a base de caña de azúcar, los volúmenes deberán ser del 6% de la mezcla mínima obligatoria, mismo porcentaje establecido para el bioetanol a base de caña de maíz.
Otro punto del proyecto está vinculado con la sustitución de importación, al establecer que la autoridad de aplicación puede adoptar los medios para lograr ese objetivo “con el objeto de evitar la salida de divisas, promover inversiones para la industrialización de materia prima nacional y alentar la generación de empleo”.
El proyecto mantiene beneficios impositivos al fijar que el biodiésel y el bioetanol no estarán gravados por el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y por el Impuesto al Dióxido de Carbono (ICO).
Días atrás, el ministro de Desarrollo Productivo de la provincia, Álvaro Simón Padrós, expresó su conformidad con los aspectos relacionados al bioetanol a base de caña de azúcar, ya que favorece a la provincia. “Principalmente, la similitud con los beneficios en la producción de biocombustibles que tiene como origen la caña de azúcar. Sí me parece un error quitarle beneficios a los biocombustibles de origen maíz y soja. Es una manera de generar valor agregado en provincias como Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires”, precisó.
El funcionario analizó que como el corte mínimo es del 12%, al quitar la posibilidad de producir bioetanol a partir de granos, compensatoriamente se podría producir más etanol en base a caña de azúcar: “Sí es una buena noticia porque sustituir importaciones es mejorar la balanza comercial”.