Tucumán es, sin dudas una de las provincias con mayor presión fiscal de todo el país, a los impuestos comunes a todas las jurisdicciones se le agregan tasas que bordean lo ilegal, servicios deficientes y costosos entre tantos otros gastos que debe afrontar un empresario a la hora de invertir en Tucumán. Ahora, pese al pacto fiscal encontraron una nueva forma de aumentar los tributos, subir las alícuotas del Ingresos Brutos (IIBB) que estaban por debajo del tope del 5% establecido en el Consenso Fiscal.
"Poco duró la ilusión de una reducción en la presión fiscal sobre las pymes de la industria y el comercio", comunicó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Tucumán está entre los distritos que “decidieron subas sobre el comercio y los servicios. A eso se suman los revalúos inmobiliarios por encima de las tasas de inflación en varias jurisdicciones y las tasas de servicios urbanos municipales", agregó.
El industrial pyme y directivo de CAME Pedro Cascales comentó: "Ya mandamos cartas a los distintos gobiernos provinciales para alertar de esta situación. Creíamos que los impuestos no iban a aumentar, y esto implica una suba de costos que se va a trasladar a los precios que pagan los consumidores e impactará en la inflación".
Respecto a las nuevas tarifas de gas y electricidad, plantearon que "las firmas energo-intensivas tendrán un problema grave: no son formadoras de precios y les va a costar trasladar los costos a sus precios". "Los exportadores podrían perder mercados, y los que venden mayormente al mercado interno dejarán en el camino rentabilidad o ventas", estiman.