A fines de septiembre la empresa Santista Textil cambió de dueño y el holding brasileño Camargo Correa cedió la firma al nuevo conglomerado mexicano que tomará el control de la empresa.
El deal incluyó las actividades de ese grupo brasileño en Argentina, donde posee una planta en Tucumán y en donde desembarcó en el 2006, tras quedarse con la fabricante de sábanas Grafa, siglas de Grandes Fábricas Argentinas, dedicada también a la producción de tejidos de algodón y de mezcla de algodón con fibras sintéticas.
Emplea a 900 trabajadores y su fábrica se encuentra ubicada en la localidad de Aguas Blancas, dentro del municipio de Famaillá, a 25 km. de la ciudad de San Miguel de Tucumán. Hasta que se concretó su venta, Santista Textil pertenecía a la empresa Mover Participações, marca usada por Camargo Correa en su nueva estrategia y posicionamiento, tras el caso de corrupción conocido como Lavajato en el que se se vio involucrado el holding.
Luego, en el 2006 se hizo del control de la cementera Loma Negra y en el 2008 se quedó con el control de Alpargatas Argentinas. En la actualidad, Camargo Correa solamente mantiene la propiedad de la empresa fundada por la familia Fortabat, ya que hace dos años se desprendió de la fabricante de la marca de calzados Topper y ahora transfiere sus acciones en Santista Textil al holding mexicano.
Actualmente, la empresa es considerada como una de las más importantes como productora de telas denim, flats y workwear. Abarca dos unidades como son las de Jeanswear, bajo el nombre Tavex by Santista que se dedica a la producción de denim y faltas. La otra unidad funciona bajo la marca Santista Workwear, dedicada a fabricar y comercializar indumentaria de trabajo con sus marcas Ombú, Grafa y Santista WorkSolution.
Lo que sí se pudo saber es que, mientras la transacción no quede cerrada de manera definitiva, las actividades de Santista Textil seguirán operando de manera normal bajo la administración y dirección actual, sin cambios en su funcionamiento.
Una vez que se concrete la compra, GSL tomará el control total de las operaciones de la compañía brasileña y tendrá presencia en todo el continente americano con actividades comerciales y de producción en Estados Unidos, México, Nicaragua, Brasil y Argentina.