El sector sucroalcoholero del país se reunió para organizar un trabajo en conjunto para el desarrollo sostenible de la cadena económica más importante del norte argentino. En julio se repetirá el encuentro en el que se esperan definiciones.
“Se habló mucho, pero no llegamos a nada”, esa fue la concusión generalizada de los que participaron de la segunda Mesa Sucroalcoholera del año. Las expectativas eran otras, sobre todo para el sector cañero que llevaba las ilusiones puestas en que se logre acorar un sistema de participación/cupo de alcohol para el sector. Pese a que el debate fue rico, arduo y extensivo recién el 12 de julio en Tucumán se podría llegar a cerrar este asunto.
Desde CACTU en la voz de su presidente, Otto Gramajo solicitaron una participación justa y desechó que se aplique este año la misma fórmula que 2017. En este sentido Cañeros del Este, que lidera Marcelo Fernández instaron a que se revise la fórmula. Desde el sector industrial al parecer según pudo saber Portal Caña no habría consenso para revisar los números.
Con el eje puesto en promover una mayor transparencia en la cadena sucroalcoholera, los participantes de la Mesa analizaron nuevos tipos de control productivo destinado a los ingenios, exportadores e importadores, así como también, para la salida de caña de azúcar.
Jorge Rocchia Ferro, Presidente de la Cámara Sucroalcholera Argentina se mostró de acuerdo con el proceso de control que propone el Gobierno por medio de RUCA y AFIP: serían los nuevos controladores dentro del ingenio, con un sistema de control de registración del ingreso de materia prima al ingenio y los resultantes de la producción.
Solo controlarían desde el ingreso al ingenio en adelante, no a los cañeros, según explicaron. En este sentido el Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán, presentaron opciones de tecnología para controlar el proceso interno de los ingenios.