Todo marchaba bien en el Tucumán Yacht Club, o al menos eso parecía, hasta que una denuncia por malversación de fondos terminó con la paz e hizo estallar el conflicto.
De acuerdo al documento al que accedió IN Tucumán, el socio Eduardo Rafael Díaz Saravia denuncia una supuesta malversación de fondos, por parte de la Comisión Directiva del club, con el fin de obtener ganancias de bienes en común de todos los asociados, y apuntó contra el presidente de la institución, el reconocido empresario de la noche Javier Farhat, y la Comisión Directiva que lo acompaña.
Eduardo Díaz Saravia acusa a la Comisión Directiva por las constantes irregularidades cometidas desde que asumió, entre ellas la venta de bienes del club sin la aprobación del resto de los socios. “En enero me llamó el Sr. Parra ofreciendo venderme los barcos del club, a lo que me opuse debido a que la venta debería haberse aprobado mediante una asamblea extraordinaria, algo que no sucedió” expresó el denunciante.
Esa fue la gota que rebalsó el vaso de Díaz Saravia y que lo llevó a radicar la acusación penal, sumando que, siempre en palabras del propio denunciante, el monto que requerían para dicha compra era de $30.000, precio muy por debajo de su valor real.
El socio aseguró también que “luego de dicha venta, la Comisión Directiva actual accedió a bajar un barco desde Tafí del Valle para comercializarlo a un valor de $60.000, cuando el precio real de dicho barco asciende a U$S 3.000, prácticamente el doble del valor del que fue vendido”.
Por su parte, el presidente del Tucumán Yacht Club, Javier Farhat, se comunicó con nuestro medio y afirmó que no estaba al tanto de dicha denuncia. “No tengo idea cual es la denuncia, tendría que verla para saber de qué se trata, porque la verdad que no estoy al tanto de que es lo que se nos acusa” expresó Farhat.
El empresario aseguró que están haciendo lo posible para sacar adelante el club sobrellevando una deuda de más de $4 millones que heredaron de la Comisión Directiva anterior. “Desde la conducción actual actuamos de buena fe y siempre de acuerdo al estatuto de la institución y de la ley que nos corresponde” aseguró quien preside la entidad.
Ambas partes reconocieron que, para solventar parte de la deuda que mantiene la institución, se decidió una cuota extraordinario de $10.000 por parte de los socios. Cuota que, según Farhat, muchos se opusieron a abonarla lo que generó que se apliquen otra series de medidas para recaudar fondos.
El conflicto recién estalla y aunque desde la entidad desconozcan que esto afecte a la actividad turística de la zona (El Cadillal), lo cierto es que implica un palo en la rueda para el impulso del sector. “Sin dudas que golpea al turismo porque además de no haber barcos, en este tiempo se prohibió actividades deportivas, como regatas de vela, que eran de gran atracción para las personas que visitan el lugar” sentenció Eduardo Díaz Saravia.
Mientras se trabaja para convertirlo en polo turístico, una denuncia hizo estallar la polémica en El Cadillal
La demanda apunta a la malversación de bienes que impide el desarrollo de uno de los principales atractivos de la villa turística. Un reconocido empresario de la noche involucrado.