Innovación y cuidado del medio ambiente. Con esta ecuación, una empresa tucumana se ha destacado en el concurso federal denominado “El emprendedor del año”, lanzado por el Ministerio de Producción de la Nación.
La firma tucumana Byos se encuentra radicada en Tafí Viejo y hace ya 24 meses que lanzó este proyecto. El proyecto consiste en brindar a locales comerciales de la provincia recipientes en comodato para que puedan almacenar aceite de desecho usados en las frituras. La empresa se encarga de recolectar el aceite y lo recicla para convertirlo.
El proyecto compitió en el concurso junto a otros proyectos emprendedores del resto del país y logró avanzar hasta la semifinal. Un jurado calificó a cada propuesta y era el público quien ingresaba a un link para poder votar. El ganador terminó siendo Jairo Trad, creador de Kilimo, una plataforma para el manejo del riego en agricultura extensiva e intensiva.
El equipo tucumano se compuso por Ariel Katz, Adrián Koss, Joaquín Kirshbaum y Diego Koss; profesionales de distintas áreas relacionadas al cuidado del medioambiente.
“Es un proyecto que comenzó con algunos generadores en Tafí Viejo; hoy trabajamos con 700 locales gastronómicos de toda la provincia. Tenemos acuerdos con varios municipios para trabajar en colaboración con ellos y con algunas ONGs” dijo Katz. Y agregó: “también trabajamos con la recolección domiciliaria o recogemos de los puntos verdes de los municipios”.
El servicio es completamente gratuito. “Los aceites son un contaminante de los cursos de agua; de la tierra y napas freáticas. Entonces trabajamos con locales gastronómicos para ayudarlos a reciclar y prevenir la aparición de roedores e insectos”, explicó Katz.
En cuanto a la mecánica del servicio, Katz explicó: “nosotros le damos a los establecimientos bidones vacíos y limpios; luego pasamos a retirarlos y les volvemos a dejar otro vacío: todo sin costo”.
Además, agregó: “Los aceites usados, que normalmente son desechados, son llevados a nuestra planta de Tafí Viejo. Ahí se los trata y a partir de ese aceite sale una cantidad de agua contaminada y sólidos, que luego son enviados a una planta de biogas en Leales. Tras este proceso, los desechos dejan de ser contaminantes. Al aceite tratado se lo convierte en biodiesel en algunas de las empresas ubicadas en Buenos Aires o Santa Fe. Aún no tenemos planta de biodiesel porque representa una inversión millonaria que aún no podemos hacer. Eso lo dejamos para otra etapa”.