En el marco del nuevo paquete de medidas anunciado por el Gobierno nacional, se definió una modificación que impacta directamente en el mercado de autos usados. A partir de ahora, ya no será obligatorio informar a ARCA (Agencia de Regulación y Control Aduanero) las operaciones de compraventa de vehículos usados, una exigencia que demoraba trámites y dificultaba el comercio formal.
Con esta medida, los concesionarios dejarán de reportar estas transacciones, lo que representa una descompresión para el sector y una oportunidad para agilizar transferencias, reducir costos administrativos y fomentar la formalización del rubro.
Desde las cámaras del sector celebraron la decisión, señalando que “la lógica era asfixiante” y que muchos usuarios optaban por hacer operaciones por fuera del sistema debido a los requisitos burocráticos.
Esta flexibilización se suma a otras iniciativas previas como la digitalización de los Registros Automotores y la eliminación del libre de deuda como requisito, lo que fortalece una tendencia hacia menos intervención estatal y mayor dinamismo en el mercado.