El aeropuerto tucumano sumó un moderno sistema de aterrizaje y no deja de romper récords

Entrá a la nota y entérate todos los números positivos de la terminal que apuesta a convertirse al polo de entrada al NOA.

Desde que el Gobierno nacional sumió a su mandato en 2015 y anunció el plan de “Revolución de los Aviones”, que tiene el ambicioso objetivo de duplicar la cantidad de pasajeros que vuelan por el país, el aeropuerto tucumano Benjamín Matienzo no deja de recibir y entregar buenas noticias.

La refacción y modernización de la terminal aérea incluyó un mejoramiento en la torre de control, una mayor desarrollo e implementación de sistemas de operación para regular el tráfico aéreo y la ampliación de la pista que permitió la posibilidad de que aterricen y despeguen aviones de un porte mucho mayor, tanto con fines productivos como la exportación como para fines turísticos.

A esta lista, hay que sumarle el nuevo sistema de aterrizaje por instrumentos, denominado ILS, que eleva los niveles de seguridad operacional, confiabilidad y calidad de servicio, haciendo posible que más vuelos se cumplan satisfactoriamente aun con visibilidad reducida, y que opera hace apenas unas cuantas horas en el aeropuerto provincial.

La tecnología fue incorporada por el Ministerio de Transporte de la Nación a través de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), que puso en servicio el nuevo sistema hoy. El ILS (Instrument Landing System, por sus siglas en inglés) es un sistema de guiado por señales electrónicas provenientes de equipos instalados en el aeropuerto. Siguiendo estas señales en equipos instalados a bordo, las aeronaves vuelan de manera precisa las trayectorias de aproximación y aterrizaje. Al proseguir las operaciones inclusive con mal tiempo, se evitan desvíos y cancelaciones innecesarias.

El aeropuerto de Tucumán es la puerta de entrada del Plan Belgrano, de desarrollo socio-económico para Tucumán y las provincias de Catamarca, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta y Santiago del Estero. El nuevo ILS de Tucumán afianza la conectividad aérea de la ciudad y su región para el desarrollo y  fortalecimiento de la infraestructura productiva y el transporte; potenciar el turismo y las economías regionales, aspirando a convertirse en el polo de entrada y salida del NOA.

Pero eso no es todo, al desarrollo en infraestructura, la terminal aérea tucumana respondió con excelentes números desde lo comercial en cuanto al flujo de pasajeros. Repasando algunos datos, vemos como Tucumán:

  • Registró 942.000 pasajeros el año pasado, lo que representa un crecimiento de 62% más que en 2015.
  • Entre enero y mayo de 2019, ya viajaron 359.000 pasajeros. Poco más del 75% que lo hizo en el mismo periodo de hace cuatro años atrás.  
  • 70 vuelos de cabotaje a la semana (+36% respecto de 2015) y 17 vuelos internacionales a la semana en enero-mayo de 2019 (no se registraba ninguno en 2015) es lo ostenta actualmente el aeropuerto.
  • En cuanto a pasajeros extranjeros, el Benjamín Matienzo registró más de siete mil extranjeros.
  • En el cuarto mes del año, la provincia sumó tres destinos directos de cabotaje, sin la necesidad de tener que pasar por Buenos Aires.

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