Desde fines del año pasado, el país atraviesa por un complejo panorama económico. La inestabilidad cambiaria permitió que el dólar se disparara y con él se eleve la inflación y el costo de los productos sufra un intenso crecimiento. Esta situación afectó los bolsillos de los argentinos y también a las empresas, que en varios casos debieron bajar sus persianas.
Tucumán no es la excepción y en la provincia esta situación se trasladó, en gran medida, hacia la informalidad laboral. En este sentido, el sector privado de la educación también sufre el cimbronazo relacionado con la economía. Cabe destacar que los privados tienen un calendario similar al de la escuela estatal, así que arrancaron los colegios el pasado lunes.
Bernardo Beltrán, secretario general de SADOP, dijo que seguramente algunos colegios pueden estar con previas, pero eso no afecta el dictado de clases. De todas maneras aclaró que puede haber casos particulares en algunos establecimientos, en dónde haya muchos alumnos para rendir previas, y eso pueda llegar a disminuir al plantel docente.
Respecto a la realidad que atraviesan los docentes privados en la provincia sostuvo que “es heterogénea". En ese sentido, explicó que por un lado hay colegios que funcionan de manera normal, pero hay otros que tienen serias dificultades económicas. Beltrán dijo al aire de LV12 que "el incremento del trabajo en negro en este último tiempo ha sido bastante significativo".
Además, también mostró su preocupación ante la falta de pago del aguinaldo y por el pago parcial de sueldos en algunos colegios. "Un 30% de los colegios de Tucumán están con ese problema", informó. Por último, el sindicalista aseguró que no tienen conocimiento respecto a algún aumento en la cuota de los colegios privados en el segundo semestre. Sin embargo, analizó que por la cláusula gatillo, es probable que pueda haber modificaciones.
Esta problemática es una creciente en la provincia en todos los sectores en general. Cabe recordar que Tucumán encabeza las estadísticas de trabajo no registrado. Los datos publicados en el informe de Mercado de Trabajo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), revelaron que en la provincia se registra la mayor tasa de informalidad laboral del país.
El 48,9% de los asalariados del Gran Tucumán-Tafí Viejo no están registrados, lo que popularmente se conoce como “en negro”. Esto equivale a unos 130.500 de los 266.500 asalariados. Uno de cada dos trabajadores tiene negados los derechos como obra social, aportes jubilatorios de sus empleadores, aguinaldo, vacaciones, entre otros.
En comparación al primer trimestre del 2018, la tasa del empleo no registrado creció un 2,6%, lo que da cuenta de que se trata de un aspecto estructural en la economía provincial. Sobre esta base de mantener a casi la mitad de los asalariados en la informalidad, se montan los negocios de los grandes capitalistas en la provincia.
No obstante, esta no es la única problemática que sufre la provincia. Mientras a nivel nacional el desempleo se registra un 10,1% interanual en 31 aglomerados urbanos, llegando a los dos dígitos, en la medición correspondiente al Gran Tucumán-Tafí Viejo, la desocupación afecta al 10,6% de la población económicamente activa, es decir 42.000 personas. Comparado al primer trimestre de 2018, interanualmente la desocupación creció 3,6 puntos porcentuales.