Entre las iniciativas más destacadas, se eliminó el "Impuesto PAIS" y 43 regulaciones que limitaban la libertad empresarial, buscando bajar costos para consumidores y empresas.
La reducción del “costo argentino” beneficia a los consumidores con precios más competitivos y fomenta inversiones al simplificar trámites para las empresas. Además, mejora las exportaciones al abaratar costos de producción y transacción. Sin embargo, Secco advierte que estas reformas solo tendrán impacto positivo si se acompañan de equilibrio fiscal y estabilidad macroeconómica.
En definitiva, reducir el costo argentino es clave para recuperar competitividad, generar empleo y avanzar hacia un crecimiento económico sostenible.