Un estudiante de la Escuela Capital Federal fue distinguido como “Orgullo Tucumano” (creó un juego de cartas pedagógico)

“Decidí crear este juego para poder plasmar de forma más creativa e interesante a las leyendas. El ministro me dio un diploma por ser una inspiración para esta provincia, es un orgullo estar aquí”, sostuvo el estudiante Lucas Cardozo, en el momento que fue recibido por el ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer

El ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer recibió, en las últimas horas al estudiante Lucas Cardozo, que asiste al 5° grado (turno mañana),  de la Escuela Capital Federal, para entregarle la distinción de “Orgullo Tucumano” por un juego de cartas pedagógico que ha creado el estudiante. 

El juego denominado "Guerra de leyendas, mitos y costumbres Argentinas", surgió luego de una clase de Lengua sobre la temática. Cada carta lleva el nombre de una leyenda, mito o costumbre con una imagen y una breve reseña de cada una, a partir de ellas las reglas del juego fueron creadas por todos los compañeros y docente. Próximamente tienen pensado crear un juego de Matemáticas basado en multiplicación y suma.


Programa Orgullo Tucumano 

Este programa tiene como objetivo visibilizar, distinguir, reconocer y fomentar las acciones de jóvenes tucumanos cuyas acciones son fuente de inspiración para miles de chicos y chicas de Tucumán.

En este sentido, Lucas Cardozo comentó: “Decidí crear este juego para poder plasmar de forma más creativa e interesante a las leyendas.

El ministro me dio un diploma por ser una inspiración para esta provincia, es un orgullo estar aquí”, sostuvo el estudiante. 

Por último, Walter Cardozo, papá de Lucas, añadió: “Lo hicimos para el apoyo a la materia y nos comunicaron que el proyecto salió elegido en la Feria de Ciencias e incluso pasó a segunda instancia. La idea es que la gente lo use. Me parece maravilloso el programa porque incentiva a los chicos a trabajar en eso. Como papá es un orgullo”, cerró. 

SushiClub: de Buenos Aires al mundo con 60 locales (y planes para crecer aún más)

En 2001, cuando el sushi aún era una novedad para muchos en Argentina, SushiClub abrió sus puertas en Buenos Aires con una propuesta arriesgada: ofrecer sushi de alta gama en un ambiente que combinara elegancia y calidez. Lo que empezó como un sueño emprendedor se convirtió en una marca que hoy suma más de 60 locales en seis países, con planes de seguir creciendo. Hablamos con el equipo de SushiClub para entender cómo lograron transformar un plato japonés en un fenómeno regional y qué los impulsa a mirar más allá.