Calipul, la firma tucumana que es la “solución para el cliente gastronómico profesional” apuesta por nuevos mercados

Además de ser líder en el NOA, la empresa también lidera la zona de Cuyo y va en busca de ampliar sus horizontes.

De que Tucumán es la provincia emprendedora por excelencia en la región, no hay dudas. En este sentido, nuestra tierra no deja de sorprender con emprendimientos que crecen con los años y que marcan el camino del liderazgo regional. Es el caso de Calipul, la empresa que los tucumanos Gerardo Ajmat y Carlos Llebeili crearon en 2003 y con la cual se dedican a producir pulpas de frutas para que la preparación de bebidas naturales sea más rápida.


En la actualidad, la producción anual es de 450.000 kilos y, a fuerza de trabajo y de inversión, la firma consolidó su liderazgo comercial en el NOA. La compañía, que tiene su planta de producción y de envasado en la localidad de San Pablo, recibió a fines de 2019 el Sello de Distinción Marca Tucumán, que administra el Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP).

“La empresa tiene trayectoria en la parte industrial en donde se hacían diversos productos para jugos. Luego fue mutando con el tiempo y se comenzó a trabajar en el manejo de la fruta. De ahí fuimos evolucionando en la forma de la producción y adaptándonos en la parte industrial al mercado y nos llevó tiempo porque no hay una máquina para hacer pulpas y nos tuvimos que ir abriendo camino”, aseguró Carlos Llebeili.

Hoy Calipul produce una variedad de pulpas frutales que comercializa a empresas del sector gastronómico, principalmente bares, restaurantes, hoteles y barras de tragos. En los locales gastronómicos, las pulpas se utilizan para preparar licuados, jugos y tragos. Los sabores destacados son frutilla, limón, durazno, arándano, ananá, mango, melón y maracuyá, entre otros.

“Nuestras claves son la disponibilidad del producto todo el año, una altísima calidad y una solución en el punto del consumo. Es decir, que nuestros clientes consiguen solucionar una cantidad de problemas en la operación que son resueltos por el producto. La higiene es la garantía de que el producto está en buen estado y la calidad es lo que hace que sea diferencial. Yo siempre digo que Calipul es una solución para el cliente gastronómico profesional”, remarcó el empresario en diálogo con IN Tucumán.

En la actualidad, la firma comercializa sus productos en Tucumán, en La Rioja, en Catamarca, en Santiago del Estero, en Salta y en Jujuy. También los distribuyen en Córdoba y en Mendoza. El año pasado, Calipul comenzó a buscar mercados para exportar sus pulpas de frutas. Con apoyo técnico y económico del IDEP Tucumán, participó en la feria internacional Expocruz, que se desarrolló en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.


Y el panorama de expansión no se detiene porque, según le comentó Llebeili a nuestro medio, están ampliando el espectro del negocio. “Estamos trabajando para desarrollar Buenos Aires que es un mercado inmenso. Ahí se suman otros productos que son jarabes y que en el Norte no se lo consume. Nosotros pensamos que durante el invierno estaremos desarrollando más estos productos, realizar las inversiones que sean necesarias y crecer en este mercado”, sentenció. 

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