En Tucumán son dos las industrias que marcan su arraigo y le dan fortaleza a estas tierras: la azucarera y la citrícola. Históricamente la cosecha de caña de azúcar y el cultivo del limón fueron las industrias que potenciaran a la provincia como principal polo comercial del NOA. Sin embargo, el inestable sistema económico actual hace que las dos principales industrias de la provincia estén atravesando realidades opuestas.
Al respecto, el ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán, Juan Luis Fernández, conversó con IN Tucumán y se refirió al tema: “Si bien, la expectativa es que haya la misma cantidad de caña que el año pasado porque hemos tenido buenas condiciones climáticas, las dificultades económicas probablemente hicieron que un porcentaje de la superficie no haya sido abonado o no hayan tenido los tratamientos contra malezas. Esperemos que esto no impacte demasiado en el volumen final.”
El ministro lamentó que el azúcar ya no esté en manos de quienes deberían, los productores chicos y las cooperativas cañeras,” según él. “Seguramente está en manos fuertes o en manos de ingenios, por lo tanto esta mejora de precio no va a poder ser apropiada por quienes el estado tiene particular interés que lo haga” indicó.
En cuanto al sector industrial, aseguró que “varios ingenios están bastante comprometidos. La falta total de financiación, la bruta caída en el consumo, incluso también del azúcar, producto de los tarifazos, la pérdida de poder adquisitivo son el resultado de esta macroeconomía desastrosa”.
La posibilidad de exportación siempre están, lo que pasa es que en general los precios del mercado internacional, salvo excepciones, es un mercado de dumping, o sea todos los países productores de azúcar vuelcan su excedente a un mercado a un precio que de ninguna manera paga su costo de producción por en general esos países tienen sistemas en los cuales el consumo interno subsidia a la exportación. En el caso de Argentina que está desregulada en ese sentido, los volúmenes de azúcar que no son exportados, pesan mucho en el precio del mercado interno hacia la baja y la exportación resulta a quebranto, por ello las típicas crisis azucarera.
Por otro lado, el ministro le aseguró a nuestro medio que la industria citrícola cerró con buenos números el 2018 y que difícilmente los buenos precios alcanzados el año pasado se repitan este año.
“De cualquier manera hay una perspectiva cierta de tener un buen año, tanto en el aspecto productivo, en cuanto a los volúmenes de producción del limón, como a la etapa de comercialización del limón fresco y de productos industriales. Para mi gusto, creo que estamos con una plantación de limón que ha pasado rápidamente a tener un salto brusco desde 43, 44 mil hectáreas a 50 mil hectáreas, entre plantaciones de Tucumán y plantaciones que se hicieron en el sur de Salta” afirmó Fernández.
El funcionario destacó la importancia fundamental de la apertura de nuevos mercados, en relación a la exportación del limón a India. “La apertura de nuevos mercados es el hecho que tengas diversificada tus posibilidades de demanda y aunque los precios en cada uno de los países son precios distintos, el efecto es que no te veas obligado a sobreofertar tus mercados tradicionales como Europa o Rusia porque tenés otras alternativas en donde colocar el limón”, explicó.
El hecho de que haya nuevos mercados no significa que la producción tenga que aumentar también, en todo caso “si tenés un volumen de producción suficiente, si hubiera un buen precio y aumentara la demanda de fruta fresca, vos podrías aumentar tu oferta sin aumentar la superficie porque lo que disminuiría en este caso es el volumen de limón que va a la industria”.
Por último, el ministro resaltó la lógica financiera que le permite a la provincia una buena industrialización del limón. “En Tucumán tenemos limón para industria y, lo mejor de ese volumen, va como fruta fresca. Esta ecuación que tiene la provincia, suponte del 75 (industrial) - 25 (como fruta fresca), se da solamente aquí y no en otros lugares del mundo porque no aguantaría esa ecuación” cerró Fernández.