La medición del Índice FADA de marzo 2018 calculado con el efecto de la sequía marca una participación de los impuestos sobre la renta agrícola del 64,1%. Cada $100 de renta que genera una hectárea agrícola promedio, $64,10 se lo llevan los distintos niveles de gobierno. Este índice bajó en relación al correspondiente a marzo de 2017 que había arrojado un 66,2%.
David Miazzo, Economista Jefe de FADA explica las causas de la baja: “es producto de que hay un factor negativo que hace subir el índice, la sequía, y cuatro factores que lo hacen bajar: la suba de precios, el incremento del dólar, la menor participación de la soja en el área sembrada y la baja de los derechos de exportación.
Costos: Los gastos de fobbing representan entre el 8% y el 11% de todos los costos involucrados en una hectárea de maíz. Y como segundo punto, los fletes, donde se va incrementando la participación a medida que se desplaza hacia el interior mediterráneo. En el caso del maíz, el flete representa el 22% de los costos en Buenos Aires, en Córdoba el 23%, en San Luis el 26% y en La Pampa el 23%. En Santa Fe, como el grueso de la producción se encuentra relativamente cerca de los puertos, representa el 15%.
Sumados estos dos factores, representa el 35% de los costos para el caso de Buenos Aires, 35% para Córdoba, 30% para Santa Fe, 37% para San Luis y 36% para La Pampa. Este es uno de los principales ítems de la competitividad y del costo argentino.