El 2017 sigue arrojando números, estadísticas y tendencias en lo que respecta a la actividad económica del país. Un nuevo informe detalla la cantidad de empleos generados durante los 365 días del año pasado y las estadísticas arrojan números alentadores en cuanto al moderado crecimiento del empleo asalariado privado aunque no escapa del análisis la brecha entre este y la Población Económicamente Activa (PEA).
En total fueron 268.000 los nuevos empleos registrados, 192.200 en el sector privado, de los cuales sólo 81.600 fueron asalariados -el 30,4% del total-. Con esos números cerró el mercado laboral el año pasado. Como decíamos, un escenario que confirma el proceso de moderada recuperación, con la incorporación de 353.000 trabajadores registrados desde diciembre de 2015, aún por debajo de la expansión de la (PEA) durante el mismo período, estimada en unas 400.000 personas al año.
En diciembre se contabilizaron cerca de 12,4 millones de trabajadores registrados. De los 268.000 que se incorporaron en 2017 (2,2%), 192.200 correspondieron al sector privado, 38.500 al sector público y 37.300 al monotributo social. Anchorena celebró que el empleo privado creció a un ritmo mayor (2,2%) que el público (1,2%).
Pero al mirar hacia dentro del sector privado, se ve que sólo 81.600 puestos correspondieron a la categoría asalariados, que creció 1,3% interanual; mientras que en el mismo período se sumaron 98.300 monotributistas (6,6%), una modalidad en la que convive una minoría de profesionales con altos ingresos y una mayoría de trabajadores con bajos ingresos y/o en relaciones de dependencia encubiertas. El cuadro lo completan 21.100 nuevos empleados domésticos (4,6%) y 8.800 autónomos menos (-2,1%).
Si se toman los últimos dos años (los de la administración de Mauricio Macri), el crecimiento de los trabajadores en relación de dependencia del sector privado es aún más bajo: sólo se incorporaron 41.600 trabajadores, lo que implica un alza de apenas el 0,6%. Así, quedó muy lejos de equiparar la expansión de la PEA (1,1% anual). De hecho, esta categoría representó sólo el 6% de los empleos formales creados desde noviembre de 2015.
Los otros dos sectores que crecieron por encima de los 10.000 puestos anuales fueron las actividades inmobiliarias y empresariales (17.200), un rubro que suele correlacionarse mucho con el EMAE y el Comercio (12.300).
A contramano, la Industria y la Explotación de minas y canteras mostraron importantes sangrías el año pasado. La primera expulsó 17.600 trabajadores (-1,5%) y la segunda 2.400 (-2,9%). En ambos casos, la caída se moderó pero aún no se detuvo: en diciembre perdieron 0,1%.
En cuanto a la evolución de los salarios, en el acumulado anual le ganaron por unos cuatro puntos a la inflación: 29,2% fue la suba acumulada de la remuneración promedio y 30,4% el alza de la remuneración mediana (que divide en dos mitades los ingresos percibidos), contra el 25% de la inflación promedio anual.