Pymes de todo el país alertaron que, de mantenerse las variables económicas, las industrias nacionales llegarán a una crisis terminal en los próximos meses. El diagnóstico de representantes de distintas entidades fabriles se concentró en el Congreso, en el plenario organizado por las comisiones de Industria y Economía.
Empresarios y dirigentes de distintos sectores y territorios señalaron a la caída del mercado interno, a las importaciones y las cargas tributarias como los ingredientes del cocktail que puso en crisis a la producción fabril.
Fueron parte integrantes de centrales y cámaras como UIA, Came, CGERA, Calzado, Cuerdo, Apyme, Cadieel, metalúrgicos de Adimra, textiles de ProTejer, y pymes del IPA, entre otras. Para los dueños de las Pymes consideraron que "la falta de respuestas de parte del Ejecutivo es la peor señal de cara al futuro".
El diputado nacional del Frente Renovador y presidente de la Comisión de Industria, José Ignacio de Mendiguren, afirmó que "está claro que la Argentina productiva tiene serios problemas", y se lamentó de que "el Gobierno no esté haciendo un buen diagnóstico de lo que está pasando con las Pymes".
"Si la macroeconomía que puso en marcha el Gobierno no se define a favor del desarrollo, la situación de las Pymes y la industria seguirá en estado crítico", afirmó De Mendiguren.
Por su parte, la Cámara Industrial de las Manufacturas de Cueros, manifestó una caída de demanda del 30%, que generó una pérdida de 13.000 puestos de trabajo y el cierre de 70 fábricas.
Hubo quejas por los aumentos en tarifas desde el 2015 y reclamos para la formulación de una nueva ley Pyme que otorgue herramientas "de corto plazo" porque de extenderse, desde Industriales Pymes Argentinos señalaron: "si seguimos en este camino, desaparecemos".
Mientras en la Fundación ProTejer se lamentaron porque las importaciones del sector aumentaron un 88% desde 2015, los productores porcinos ironizaron: "Pasamos de proveer las góndolas al mundo pasamos a que nos llenen las góndolas a nosotros. Se está importando producto terminado congelado y lo venden como fresco, traspasando el control de normas sanitarias".
La situación sectorial es, al menos, compleja. Se calcula que de 5.000 productores porcinos inscriptos, en lo que va del año ya cerraron 1.000. "Mientras tanto el gobierno está más preocupado por abrirle el mercado a EE.UU. en nuestro país, que en abrir nuevos mercados para nuestra producción", señalaron en declaraciones relevadas por BAE Negocios.
En el sector de Panadería la demanda cayó un 50% en lo que va del año. Y ya llevan cerrados más de 200 establecimientos. Mientras que los representantes de CAME reclamaron la suspensión de los embargos fiscales a las Pymes, que según el informe de Jefatura de Gabinete, desde el 2017 a la fecha ascendieron a 246.879.