Esto busca ofrecer más transparencia y permitir que los consumidores elijan la moneda en la que desean pagar. Los precios deberán figurar en pesos, pero también podrán aparecer en dólares u otra moneda extranjera, con un detalle de los impuestos aplicados.
La normativa, que no es obligatoria para los comerciantes, se comenzará a aplicar en sectores como autos, propiedades y otros productos dolarizados, y se espera que se extienda a otros rubros, como los supermercados, en el futuro. Además, se habilitará el pago con tarjetas de débito en dólares desde el 28 de febrero, con la opción de elegir entre pesos o dólares al realizar la compra.