Más de cien productores yerbateros del centro de Misiones anunciaron la suspensión del inicio de la zafra de verano —prevista para diciembre— en rechazo a la desregulación del mercado establecida por el último DNU del presidente Javier Milei. Según advierten, la eliminación del rol del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) en la fijación de precios deja en situación crítica a cerca de 12.500 pequeños y medianos productores que dependen de valores de referencia para sostener sus costos y planificar la cosecha.
La decisión genera efectos en toda la cadena comercial y ya comenzó a observarse en diferentes provincias. En Tucumán, comerciantes mayoristas y minoristas consultados señalan que la incertidumbre podría derivar en menores volúmenes disponibles en las próximas semanas y en incrementos de precios, especialmente en las marcas que dependen de compras a gran escala. Parte de este diagnóstico también se desprende de los relevamientos difundidos por el medio Los Primeros, que registró preocupación entre distribuidores locales por la volatilidad del mercado.
No obstante, el impacto no es uniforme. Los comercios que trabajan con yerba mate orgánica —abastecida por pequeños productores que mantienen su calendario de cosecha— aseguran que no registran faltantes y que los precios se mantienen estables respecto del año pasado. Esto abre una brecha entre el segmento industrial, más expuesto a la suspensión de la zafra, y los productores que operan en circuitos alternativos.
En síntesis, la combinación entre la desregulación nacional y la pausa en la zafra misionera genera un escenario de tensión para el abastecimiento en Tucumán. El efecto final dependerá de la duración del conflicto, la capacidad de los productores para reacomodar su oferta y la reacción de supermercados y distribuidores ante un mercado volátil que podría trasladar presión a los consumidores.