Hace unos días, el Gobierno nacional decretó el pago de un bono de fin de año a los trabajadores de las empresas privadas y a algunos del sector público. Esto inmediatamente levantó las críticas de los empresarios que pegaron el grito en el cielo y aducen que todo la carga económica del país recae sobre las empresas.
Tucumán no es la excepción y Gregorio Werchow, representante de la Cámara de Empresarios de Tucumán, adelantó que para los comerciantes tucumanos les será muy difícil, hasta casi imposible, abonar este incentivo a sus empleados.
"Es injusto y hasta desprolijo que esto haya salido por decreto. Nos expone a las Pymes con el gremio, estamos hablando que afecta principalmente al comercio y a los servicios. No están las empresas en condiciones de afrontar el bono", ratificó Werchow.
Una postura aún más drástica sentó Raúl Fioretti, titular de la Cámara de Comercio local. "Es imposible", resumió cuando se le preguntó si los comerciantes podrían afrontar el pago del adicional de fin de año.
Fioretti coincidió con Werchow en que los asalariados perdieron con la inflación y que necesitan un paliativo, pero fue contundente: "la actividad privada no está en condiciones de afrontar ese gasto".