La prórroga de la Ley de Biocombustibles mantiene en vilo a los productores sucroalcoholeros, como a empleados de la industria. Sucede que esta normativa es significativa para la economía de la provincia. En este sentido, sin un acuerdo en el Congreso Nacional para sancionar una nueva norma, trascendió que el presidente Alberto Fernández tiene tomada la decisión de prorrogar por 90 días, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), la vigencia de Ley de Promoción de los Biocombustibles.
Cabe destacar que el próximo 12 de mayo vence la actual ley que beneficia la producción de los combustibles alternativos. Ante este contexto, es necesario remarcar que, como no hay acuerdo con la oposición para sesionar con un nuevo protocolo en esta etapa de la pandemia, la Cámara Baja estará paralizada esta semana. Por esta razón, en las últimas horas hubo gestiones en el oficialismo para que un decreto presidencial estire el plazo de vigencia hasta el 12 de agosto.
Hay que recordar que el 30 de octubre pasado, el Senado le dio media sanción por “unanimidad” a una prórroga por cuatro años de la ley 26.093, que había sido impulsada por Néstor Kirchner, en el año 2006. El proyecto que llegó de la Cámara Alta fue frenado en el Diputados por Máximo Kirchner. El hijo de la vicepresidenta y titular del bloque del Frente de Todos propone una nueva norma, que es rechazada por la oposición y buena parte del sector productivo.
Actualmente, según los datos del Centro Azucarero Argentino, el bioetanol sustituye importaciones de naftas por US$ 520 millones al año y el biodiesel exporta en el orden de los US$ 900 millones por año.
En Tucumán, la producción de azúcar y alcohol es la principal actividad económica, al igual que la de las restantes provincias del noroeste argentino. Esto se debe al complejo sucro alcoholero regional integrado por 20 fábricas, 16 destilerías de alcohol, 13 deshidratadoras, 8.100 productores cañeros independientes y 60.900 trabajadores empleados en forma directa.