En agosto del año pasado, el Ingenio San Juan anunciaba que finalizaba de forma abrupta la zafra del año. Sin luz, sin gas y sin caña, el arrendatario de la fábrica se retiró y cesó la actividad en la planta, perjudicando a 400 trabajadores que se quedaban sin su fuente de trabajo.
Pasaron 6 meses de aquella drástica decisión y, luego de atravesar un proceso judicial (el ingenio volvió a las manos de sus antiguos dueños), hoy parece haber una luz en el fondo del túnel y el conflicto parecer llegar a su fin devolviendo la tranquilidad a sus trabajadores y asegurando que la zafra de este año arrancará en tiempo y forma.
Luis Sorroza, representante de los trabajadores del San Juan, aseguró que, en una reunión entre las partes, se negoció la continuidad del desarrollo del establecimiento azucarero durante la zafra de 2019, el pago de 2 millones de dólares podría darse para los primeros días de la semana que viene y confirmar el normal desarrollo del ciclo.
Sorroza aclaró, además, que una empresa presentó un proyecto para reparar las instalaciones de la fábrica. Se trata de la firma tucumana Di Bacco y Cía. S.A. quien se hará cargo de la reparación de las instalaciones que no cuentan con gas ni energía. Si la negociación continúa su buen rumbo, podría quedar rubricada esta semana.
Di Bacco y Cía. S.A. nació en Tucumán hace medio siglo como Industria Metalúrgica, para servir a la Industria Azucarera de la región. La potencialidad empresarial de la compañía ha trascendido el área metalúrgica, llevando su capacidad de realización desde hace ya varios años, a la industria de la construcción. Hoy el grupo empresarial se compone con las firmas Tensolite S.A. con plantas fabriles ubicadas en las provincias de Tucumán, Catamarca y Córdoba, y la firma El Chañarito S.A.