Ayer asumió el nuevo presidente en la República Argentina, Alberto Fernández, y con el inicio de un nuevo mandato se renuevan las esperanzas e ilusiones de todos los sectores del país. Uno de ellos es el de la industria del Conocimiento, que emerge como el tercer complejo exportador luego del agrícola y el automotor.
Y las esperanzas son amplias, porque desde el Gobierno anticipan que uno de los grandes desafíos es mejorar el ingreso de dólares, a partir de las exportaciones de productos y de la venta de servicios al exterior.
En este sentido, esta industria es clave, no sólo para que entren divisas, sino también para generar más de 240.000 empleos. Desde el albertismo anticipan que el sector de "la Economía del Conocimiento tendrá un rol protagónico en esta nueva Argentina" y afirman que se ha dispuesto un gran equipo para tal fin.
Roberto Salvarezza comandará los destinos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y de Fernando Peirano, titular de la de Promoción del Desarrollo Tecnológico e Innovación y encargado de recopilar las propuestas de la comunidad científico-tecnológica.
Algunos de los proyectos que se avisoran son:
- Una estrategia de emergencia para recomponer el presupuesto perdido durante la gestión macrista y reunir los fondos faltantes
- Institucionalizar aumentos salariales para Ciencia y Tecnología en base a una Ley de Presupuesto plurianual
- Comprometer a otros ministerios para ampliar la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) del sector público para así potenciar la I+D privada.
Del mismo modo, en la Economía del Conocimiento el énfasis estará puesto en generar más profesionales para una industria con demanda laboral que supera ampliamente la oferta. El plan de la CESSI es que el sector genere 15% de las exportaciones (u$s10.000 millones) y en aumentar 8% el empleo (500.000 nuevos puestos de trabajo) en el mediano plazo.
En términos comparativos, se lo describe como el "Vaca Muerta" del Sector del Conocimiento, una usina capaz de generar los dólares necesarios para que la economía salga adelante.
En Tucumán se mantienen expectante a todo lo que pueda llegar a suceder y advierten que la misma debe ser adaptada en nuestra tierra para potenciar el sector. “El hecho de que una ley como esta funcione en la provincia posibilitará, fundamentalmente, que muchas empresas de la industria no se instalen en otras provincias, sino que elijan Tucumán para radicarse, lo que permitirá, entre otros beneficios, la generación de una gran cantidad de empleos”, había afirmado Walter Esteban Juárez Rivas, ingeniero en Sistema de Información y miembro del Tucumán Cluster Technology, en diálogo con nuestro medio.
Hoy el país se presenta, a nivel mundial, como un polo tecnológico de exportación de servicios relativos al software, principalmente a Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea. Además, tiene un gran atractivo para inversores provenientes del exterior. Este posicionamiento se debe, en gran medida, al talento argentino, que es reconocido en el mercado mundial por marcar la diferencia en este rubro y que, entre otras cosas, permite la independencia laboral de jóvenes capacitados en la materia.
“Hoy un programador de 25 años, no ganaría menos de 30.000 pesos. Imaginate con todas las empresas que se instalen en la provincia, van a poder contratar a este tipo de personas de manera formal y así permitirle a ese chico poder irse a vivir solo, mantenerse y ser independientes con un buen salario”, señaló Juárez Rivas.