Esta innovadora instalación utiliza bagazo de caña de azúcar como combustible, contribuyendo a la sostenibilidad y diversificación de la matriz energética de Tucumán.
Con esta planta, la compañía refuerza su compromiso con el medio ambiente, produciendo energía renovable a partir de los residuos de la industria azucarera. Este proyecto no solo fortalece la capacidad energética de la provincia, sino que también posiciona a Tucumán como un referente en la generación de bioenergía a nivel nacional.