Así lo confirmó la ingeniera agrónoma Marcela Lizondo del INTA Famaillá quien afirmó además que la cosecha estará generalizada durante la segunda quincena de mayo si las condiciones ambientales lo permiten. La ingeniera advirtió que “en Departamentos como Burruyacú, Cruz Alta y Leales, el avance de la trilla abarca aproximadamente el 10% de la superficie sembrada y todos los rendimientos son diferentes de acuerdo a la ubicación de los campos, las fechas de siembra y los ciclos de los cultivares sembrados”.
Las siembras de ciclos cortos fueron las más afectadas, debido a que durante los meses de enero y febrero, ya que durante ese periodo, donde son las etapas reproductivas y más críticas del cultivo, se registraron intensos periodos de estrés hídrico y térmico que la afectaron significativamente a estos cultivares que fueron sombrados durante la primera quincena de diciembre, llevando a cosechar un promedio menor a 1800 kg/ha.
No sucedió lo mismo con las siembras de ciclos largos, a las cuales las adversas condiciones climáticas no le significaron daños de gran magnitud. En este caso, los cultivares cosechados promedian un valor mayor a 3.400 kg/ha hasta el momento, con el 10% cosechado.
Las localidades más afectadas fueron las del sur de la provincia, sin dudas. En cuanto a ello la ingeniera afirmó que la situación es distinta teniendo en cuenta que “en diciembre no hubo precipitaciones significativas y el mayor porcentaje de superficie se sembró en enero con cultivares de ciclos largos. Actualmente, estos materiales se encuentran en etapa de madurez fisiológica”. Además agregó “que si las condiciones de los campos anegados mejoran, la trilla debería iniciarse en los próximos días”.