Según Secco, el tipo de cambio actual no estimula exportaciones ni frena importaciones, lo que impide generar un superávit externo genuino.
Aunque el discurso oficial niega el problema, las propias medidas del Gobierno —como blanqueos y colocación de deuda— revelan la urgencia por captar dólares.
El riesgo país en alza y la falta de confianza del mercado reflejan esa fragilidad. Para Secco, sin reservas no hay credibilidad ni garantía de continuidad del programa, y la macroeconomía, tarde o temprano, pone límites al relato político.