Alrededor de 3.000 empresas dejaron de exportar durante los últimos años

El presidente Macri alentó a las empresas argentinas a vender sus productos al mundo. Hoy solo lo hacen unas 5.700, el número más bajo en 14 años.

En su última conferencia de prensa, Mauricio Macri puso un énfasis especial en la necesidad y la importancia de que las empresas argentinas exporten sus productos al mundo.

El Presidente habló de las políticas equivocadas del Gobierno anterior, que cobraba impuestos a todos los que exportaban, y alentó a las compañías locales a vender fuera de la Argentina: "Le decimos a los argentinos que exporten, si tienen una idea van a necesitar ayuda y más trabajo. Por eso sacamos las retenciones al campo, a la minería, a los servicios. Queremos exportar para generar trabajo", dijo.

Pero exportar no es un camino fácil en la Argentina. De hecho, cada vez son menos las compañías que lo logran. Según los últimos números difundidos por el Ministerio de Hacienda —correspondientes a abril de este año— solo 5.700 empresas argentinas exportan sus productos, apenas 8 más que en febrero pasado, cuando el número registrado fue de 5.692. La cantidad viene cayendo en forma constante desde 2008, cuando el número rondaba las 8.000 . Es más: para encontrar una cantidad más baja que la actual hay que remontarse hasta abril 2004, cuando sumaban unas 5.666 en total.

Dentro de ese número, las grandes son pocas y exportan mucho y las chicas son muchas pero exportan poco. "Las empresas que exportan por más de US$ 100 millones son unas 80 y las que exportan más de USD 1.000 millones son unas 15", detalló Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI y experto en comercio internacional. "Para tener una idea. En México hay unas 30.000 empresas exportadores y en Brasil son un poco menos de 20.000", agregó.

Según los datos de la consultora, la "pálida participación" de la Argentina en el comercio internacional no es algo nuevo. Hoy el país tiene un porcentaje de participación de 0,32% de todas las exportaciones mundiales y hace 50 años el porcentaje era de 0,80%. "El país perdió espacio por varios motivos. Durante muchos años fue una economía muy aislada, muy proteccionista. También es un país con muy pocos tratados de libre comercio con otros mercados y tiene una débil inserción en las cadenas internacionales de valor, que son alianzas entre empresas más allá de las fronteras", explicaron.

El tipo de cambio de los últimos meses beneficiará a las empresas que salen a vender sus productos al mundo. Pero Elizondo estima que los efectos positivos de la devaluación en el nivel de exportaciones no son inmediatos. "La generación de negocios nuevos en el comercio internacional requiere de procesos de recuperación de vínculos, de negociaciones, de generar contratos, enviar muestras y productos.  Después hay que contar el tiempo de la logística", estimó Elizondo.

Los destinos de las exportaciones argentinas también varían según el tamaño de la empresa: mientras las pymes exportan especialmente a Brasil —que atravesó una fuerte recesión en los últimos años— y los países de la región, mientras que las más grandes  tienen mercados en Europa y Asia.

El 60% de lo que exporta el país corresponde a productos agroindustriales. Y las mejores oportunidades, según el titular de DNI, están en ese rubro. También en los servicios basados en el conocimientos —como software o servicios profesionales—, cuyas empresas no figuran en el ranking pero suman exportaciones anuales por US$ 6.000 millones, y la industria automotriz y autopartista. "También tiene mucho potencial el conjunto de productos industriales dentro de lo que se destacan químicos, plásticos y metalmecánica, que también podría evolucionar", señaló Elizondo.

Hacer crecer las exportaciones está apareciendo cada vez más como un objetivo en el discurso del Gobierno, un cambio con respecto a los primeros años cuando el foco parecía estar más orientado a la llegada de inversiones del exterior. "La Argentina necesita dólares y dólares genuinos. Hay tres grandes vías. La financiera, que está cubierta por el préstamo del FMI; la inversión internacional, que el año pasado fue de US$ 11.000 millones, con una mejora pero aún debajo de un nivel razonable; y la tercera es a través de las exportaciones. Con el déficit comercial que tuvo la Argentina el año pasado, ahí estamos en falta. Me parece criterioso y razonable poner en foco a la exportación", concluyó Elizondo.