El sector citrícola constituye uno de los principales eslabones de la producción tucumana. Sus grandes exportaciones traen buenas noticias a la provincia y otra buena nueva se suma de la mano de esta industria.
Sucede que Citrusvil es la primer citrícola del mundo en desarrollar un sistema de tratamiento del efluente líquido originado en sus procesos productivos aprobado como Mecanismo de Desarrollo Limpio por Naciones Unidas.
De la mano de Fluence, empresa líder en el tratamiento descentralizado de aguas, efluentes y reúso, la compañía tucumana ahora convierte su generación de biogás en combustible para motogeneradores eléctricos. De esta manera, una vez que se limpia el biogás generado con su efluente, se abastece a dos cogeneradores que proveen energía limpia a la empresa y a la población circundante.
Es decir, la propuesta consiste en una limpieza del biogás generado por el tratamiento de las aguas residuales de la citrícola, para el aprovechamiento del mismo para generar energía eléctrica. Además disminuye las emisiones de CO2, mejora la calidad del aire al reemplazar las fuentes fósiles, y da respuesta con una potencia de 3MW a parte de la demanda de energía eléctrica en Tucumán.