El inicio de la campaña citrícola se da en medio de una situación sin precedentes: la extensión de la pandemia covid-19 a nivel mundial. En dicho marco, se celebró una reunión convocada por el gobernador de la provincia de Tucumán, Juan Manzur, que concluyó acerca de la relevancia estratégica del sector citrícola para la actividad socioeconómica, la necesidad de aunar esfuerzos y protocolos de seguridad para dar respuestas sociales a una gran parte de la población incluida en el sector.
También se abordó la necesidad de poner a todos los funcionarios públicos a disposición para facilitar los trámites necesarios para cumplir con los objetivos trazados. Para garantizar la operación en un marco de salud y seguridad para sus trabajadores, la asociación empresaria conformó un Comité de Crisis regional y elaboró un protocolo regional con medidas de prevención y mitigación del riesgo de contagio en toda la cadena productiva de los cítricos.
El mismo se ha realizado siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y las autoridades nacionales y fue validado por los Ministerios de Desarrollo Productivo de las provincias del NOA y la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE).
El protocolo se establece en torno a 4 ejes:
- Evitar aglomeración y garantizar una distancia mínima entre personas.
- Reforzar rutinas de higiene y sanitización en áreas de trabajo, espacios comunes y medios de transporte. Intensificar medidas de salud y seguridad para colaboradores, proveedores y todas las partes interesadas.
- Promover el teletrabajo en todos los casos posibles.
- Capacitar y comunicar internamente todas las medidas y planes de acción en curso.
En este contexto, ACNOA señaló que “desde la aparición de los primeros casos en nuestro país, los productores están trabajando proactivamente para cuidar la salud de sus colaboradores, familias y vecinos. Ellos son la principal prioridad. Estamos monitoreando la situación de forma permanente a través del comité de crisis y estaremos actualizando el protocolo conforme sea necesario para procurar el bienestar general. “
Entre las medidas se destacan cambios en el transporte de los trabajadores, con una ocupación máxima del 85% de su capacidad y la distribución de colaboradores por zonas, lo cual implicó un incremento en el número de unidades. Los vehículos deben circular con ventanas abiertas y deberán ser sanitizados diariamente.
Asimismo, se han modificado las rutinas de cosecha, agrícola, empaque e industria para disminuir el contacto y la circulación. En las zonas de operación se está reforzando la limpieza de los ámbitos laborales y la provisión de todos los elementos de trabajo, a la vez que se están extremando las medidas de salud y prevención.
Además, se asegura la disponibilidad de los elementos de higiene para los trabajadores –como agua, jabón y alcohol en gel- haciendo hincapié en la importancia del lavado de manos frecuente.
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