La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dio a conocer el nivel de desempleo trepó al 10,1% en el primer trimestre de este año y es la cifra más alta registrada en los últimos 13 años. Según datos del organismo estatal, en Argentina hay casi 2 millones de personas desocupadas teniendo en cuenta la población económicamente activa.
El valor significa un incremento de un punto porcentual por encima del marcado en el primer trimestre del 2018. Teniendo en cuenta el nivel total de la población urbana de nuestro país, es decir, sin contabilizar la población rural, la cantidad de afectados por la desocupación es de 1.961.840 personas, es decir, 211.800 más que durante el mismo período del pasado año.
En Tucumán este porcentaje también alcanzó los dos dígitos, llegó al 10,6% afectando a 42.000 personas de la Población Económicamente Activa en el Gran Tucumán y Tafí Viejo. Si se compara con el año pasado, la provincia experimentó un incremento porcentual de más del 3%, alcanzando una cifra que no se registraba desde hace una década.
Sin embargo, esta no es la única noticia relacionada al empleo que la provincia tenga que lamentar. Sino que los datos del Indec reflejaron un viejo problema que arrastra Tucumán: la informalidad. En el Gran Tucumán – Tafí Viejo, el 48,9% de los asalariados no están registrados, es decir algo así como 130.350, de los 266.500, asalariados no gozan de los beneficios de un trabajo formal. Si comparamos estos datos con los del mismo periodo del año pasado, vemos cómo sufrió un crecimiento porcentual de 2,6%.
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