Anoche, el presidente Javier Milei se dirigió a los argentinos para hacer un balance de su primer año de gestión. Fue una oportunidad para repasar los logros, desafíos y expectativas de un gobierno que llegó con la promesa de un cambio de régimen radical y que debió enfrentar un escenario económico y social complejo. El mensaje se enfocó en una evaluación del primer año y en las líneas de acción para el futuro inmediato. Como en todo discurso político, lo importante no fue solo lo que dijo Milei sino también lo que no dijo. Ambas facetas aportan pistas cruciales para entender su estrategia y su visión de lo que tenemos por delante.
Lo que dijo sobre los logros del primer año: sobre la inflación y la estabilización
Milei destacó los avances en la reducción de la inflación y la estabilización macroeconómica. Reivindicó los logros del programa económico, resaltando la eliminación del déficit fiscal y de la emisión monetaria, el superávit comercial y la posibilidad de comprar reservas por parte del Banco Central. En su discurso, el presidente reafirmó su compromiso con el control del gasto público y la disciplina fiscal como pilares del plan económico. En dos tramos de su discurso resaltó que la economía está creciendo sobre la base de la recomposición de los ingresos reales y de los stocks.
- Sobre el rol del Estado y la reforma regulatoria
Milei subrayó la enorme determinación mostrada en la reducción del tamaño del Estado y en la desregulación. Celebró las medidas implementadas para simplificar el entramado burocrático y mejorar la competitividad del sector privado. Insistió en que la única manera de generar riqueza es liberar al sector privado y aprovechar las capacidades productivas del país.
- Sobre la política cambiaria y el cepo
Milei se refirió a la convergencia de los tipos de cambio libres (que sabemos que no son tan libres) hacia el tipo de cambio oficial como un fenómeno único en la historia de la humanidad.
- Sobre el contexto social y político
El presidente hizo referencia a las resistencias encontradas, tanto en el Congreso como en diversos sectores de la sociedad (periodistas, sindicalistas, líderes sociales, políticos, etc.), de parte de aquellos que defienden el "status quo”, el denominado “Partido del Estado”. Asimismo, destacó que a pesar de que una representación parlamentaria casi inexistente logró avanzar en algunos proyectos clave. Se refirió de manera particular al RIGI como un instrumento clave para la Argentina que viene, tanto en materia de inversiones en energía y minería como de movilización de las actividades económicas conexas.
Lo que dijo acerca de lo que hay que esperar en 2025
- Sobre el levantamiento del cepo, el régimen monetario y el BCRA:
En palabras de Javier Milei, el cepo se va a terminar de manera definitiva el año que viene. Para ello, el Gobierno está trabajando para eliminar el problema de stocks del BCRA, ya sea con la ayuda del FMI o con el financiamiento del sector privado. Asimismo, se avanzará con la competencia de monedas de forma tal que se pueda comprar, vender o facturar en la moneda que los argentinos quieran. El presidente se encargó de reafirmar que la idea de cerrar el Banco Central no ha sido abandonada.
- Sobre la política fiscal y la reforma administrativa en un año electoral:
El ministro de Desregulación continuará con su “maratón” con el fin de aumentar la productividad para toda la economía. La reforma del Estado pasará a una etapa de motosierra profunda. Según el presidente, se trata de hurgar en cada organismo y en cada estructura del Estado que son incapaces de cumplir sus funciones más básicas. Se generalizarán las auditorías para avanzar en la reducción del gasto y se acelerará la eliminación de organismos, secretarías, subsecretarías y empresas públicas: “Cuanto más chico el Estado más grande la libertad”.
Según el presidente, esto será posible porque “somos distintos, en un año electoral no vamos a caer en el error de abandonar el programa y vamos a avanzar en las reformas claves”.
- Sobre las reformas estructurales pendientes:
Tal vez la parte más sustanciosa y de mayor interés del discurso giró en torno a la hoja de ruta estructural que se prevé para el año que viene. Mencionó que se ya se está trabajando en un proyecto de Reforma Tributaria que contempla la eliminación de una gran cantidad de impuestos nacionales y la transferencia de la potestad recaudatoria de algunos de ellos a las provincias.
Se refirió también a la posibilidad de avanzar hacia una nueva política comercial, buscando reducir el arancel externo común del Mercosur y, aún más importante, una mayor independencia para poder avanzar de manera unilateral en tratados de Libre Comercio.
En particular, mencionó la posibilidad de un tratado de esas características con los Estados Unidos. Habló de una Reforma Laboral (de la que no dio precisiones), una Reforma Previsional (de la que tampoco dio precisiones), una Reforma Política (que suponemos que es la que se refiere a la eliminación de las PASO y cambios en el financiamiento de los partidos políticos) y otras leyes que también han sido presentadas como la de Reiterancia, Ley Antimafia y la de reducción de la edad imputabilidad de menores. Y se refirió también al lanzamiento de un Plan Nuclear (que estará a cargo de Demian Reidel).
- Lo que quedó fuera del discurso: cómo va a lograr avanzar con la agenda parlamentaria en un año electoral
Este es un tema clave. Lamentablemente Javier Milei no dio señales de cómo piensa avanzar en una agenda tan sensible como la anterior. Una agenda con la que en lo personal estoy de acuerdo, pero que no parece fácil de llevar adelante sólo con apoyo popular.
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