Secco señaló que el presupuesto es el primer test de gobernabilidad, clave para reconstruir consensos políticos y económicos. Pero alertó que un presupuesto equilibrado no resuelve problemas estructurales como el atraso cambiario, la falta de reservas y la recesión. A medida que se acerque octubre, afirmó, la incertidumbre crecerá y el Gobierno difícilmente podrá evitar una revisión integral de su programa económico.
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